Las pinturas de la iglesia románica de San Xiao de Moraime de Muxía ya lucen con todo su esplendor después de un arduo trabajo de restauración, ya que su estado de conservación era muy precario debido a un importante proceso de degradación por as humedades y a la situación constructiva del muro que las contiene, bajo la rasante del cementerio colindante. La restauración ya está finalizada y solo está pendiente una actuación en el arco hacia la sacristía que se llevará a cabo la próxima semana para mejorar aún más el resultado final.

La Consellería de Cultura, a través de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural, promovió y financió esta actuación para garantizar la conservación de este bien y aumentar su valor no solo como edificio religioso sino como recurso cultural y turística.

La Xunta destinó a estos trabajos unos 50.000 euros. La intervención está cofinanciada por el Fondo Europeo de Desenvolvemento Rexional en un 80%, en el marco del programa operativo Feder Galicia 2014- 2020.

Las tres pinturas murales medievales de estilo gótico flamenco sobre las que se ha actuado están situadas en la pared norte y en la sur, y su valor artístico y cultural es único. Las imágenes representan los siete pecados capitales a través de tres o cuatro figuras: la personificación del pecado, los seres demoníacos que instigan los vicios y las virtudes que animan a practicar la penitencia y la oración. Desde el final de la nave lateral norte hacia el ábside aparecen, en este orden, la soberbia, la avaricia, la ira, la lujuria, la gula, la envidia y la pereza.

Los trabajos de restauración han permitido estabilizar sus condiciones de humedad y retirar las capas de cal, sales y demás colonizaciones biológicas incrustadas en las pinturas como algas, microalgas o líquenes que causaron daños en el conjunto mural, que se encontraba en grave riesgo antes de la intervención.

La propuesta de actuación de la Dirección Xeral de Patrimonio incluyó otras tareas que se llevaron a cabo como la elaboración de mapas del estado de conservación, controles temporales de temperatura y humedad, tratamientos previos de urgencia, limpieza y tratamiento de sales y contra el biodeterioro, la consolidación del soporte y de los estratos de policromía, la eliminación de mortarios de restauraciones anteriores y la reposición de otros, la reintegración de la policromía y la aplicación de biocida. Con la reintegración cromática y de morteros se ha podido devolver a la pintura mural su correcta lectura iconográfica que se presume del siglo XVI.

La iglesia del monasterio de San Xiao de Moraime, antiguo monasterio benedictino, es uno de los ejemplos más emblemáticos del románico gallego y además, por su elevado valor cultural está protegida y catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).