Las farmacias de Bélgica distribuyen desde ayer pastillas de yodo de forma gratuita a los ciudadanos del país como parte de un plan de seguridad nuclear elaborado por el Gobierno que busca limitar los efectos sobre la salud de un posible accidente nuclear, según informó ayer la agencia Belga.

La estrategia, aprobada por el Ejecutivo belga en noviembre del año pasado, prevé el reparto de pastillas de yodo en un radio de al menos 100 kilómetros alrededor de las centrales nucleares, lo que en la práctica supone que estén disponibles en todo el país. Hasta ahora, Bélgica preveía el reparto de estas pastillas en caso de emergencia en las poblaciones que se sitúan a 20 kilómetros de una central.