La endometriosis es una enfermedad tan dolorosa como silenciosa. Al estar vinculada a la menstruación, y afectar a la salud sexual de la mujer y a la fertilidad femenina es un tema tabú para muchas de las enfermas. A pesar de que afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil, es raro conocer un caso. Y esto se debe a que estas mujeres lidian en silencio, y solas, con su dolor -pélvico, de menstruación, de espalda, de cabeza-, con sus vómitos y náuseas, con sus trastornos digestivos, con sus copiosas reglas, con relaciones sexuales también dolorosas y, en muchas ocasiones, con problemas de infertilidad. A todo esto se suma el gran desconocimiento que se tiene sobre esta patología, incluso entre la comunidad médica. Prueba de ello es que la media de tiempo de diagnóstico se sitúa en ocho años, según la asociación gallega de pacientes de endometriosis querENDO.

Carme Varela es una de las 60.000 gallegas con endometriosis. Fue diagnosticada con 28 años y en estos momentos la enfermedad se encuentra en su fase más avanzada, lo que significa que presenta lesiones de importancia en distintas partes de su organismo. "El dolor llegó a ser tan fuerte que perdía el conocimiento, pero todo el mundo me decía que era algo normal. Llegué a pensar que era una quejica", asegura Varela.