Tras un diagnóstico de cáncer de mama llegan meses de visitas continuas al hospital para la quimioterapia, la cirugía o las revisiones. Pero cuando todo esto finaliza las pacientes deben enfrentarse de nuevo a su día a día, una rutina en la que surgen nuevos miedos y dudas sobre la imagen corporal, la sexualidad, la dieta a seguir o qué ejercicio es el más adecuado. Para intentar resolver estas cuestiones y dar las claves para "mejorar la calidad de vida de las pacientes", la Unidad de Mama del Hospital HM Modelo de A Coruña organiza esta tarde la cuarta edición de Senoforum en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt)Senoforum en el que participarán psicólogos, sexólogas, farmacéuticos y médicos. "El objetivo es hablar del día a día de después del hospital, algo que a veces queda un poco olvidado. Tras salir del hospital estas pacientes pueden sufrir problemas que afecten a su vida diaria y además hay que realizar un cambio de hábitos para mejorar su calidad de vida y evitar recidivas, es decir, que vuelva el tumor", señala la coordinadora de esta Unidad, Julia Rodríguez.

Uno de los pilares claves en el proceso de cambio de hábitos y de mejorar la calidad de vida es el ejercicio. "Las pacientes que han tenido cáncer de mama deben realizar ejercicio de forma regular, unas tres o cuatro horas a la semana", señala esta doctora, quien tiene claro que todo son ventajas ya que está demostrado que reduce el riesgo de recaída. "Ayuda a controlar el peso y en estas pacientes es muy importante porque la obesidad es un factor de riesgo en la menopausia", sostiene Rodríguez, quien añade: "Además, el ejercicio fortalece el sistema inmunitario, permite reducir el estrés que es otro factor de riesgo, disminuye los síntomas de la fatiga crónica, mejora la circulación y la autoestima porque nos encontramos mejor".

Pero en la nueva vida tras el cáncer, el ejercicio tiene que ir de la mano de una buena alimentación. Fruta, verduras, cereales integrales y poca carne roja serán la base para nutrirse adecuadamente. "No se trata de hacer dieta sino de un cambio de hábitos, de comer mejor y más sano. Y no existen los milagros ni las dieta anticáncer. No hay ni productos mágicos ni prohibidos, no pasa por tomar un día un pastel", sostiene esta especialista, quien tiene claro que la alimentación juega un papel clave en la prevención, pero también en evitar recaídas. Y durante la quimioterapia también conviene llevar una dieta adecuada. "Se regula con el médico porque es cierto que ciertas plantas, que incluyen algunos suplementos, pueden interaccionar con los medicamentos", sostiene Rodríguez.

Y tan importante como cuidar el cuerpo es hacer lo mismo con la mente. "A veces la dejamos un poco olvidada y si la mente no está bien, no lo estará el resto. Cuando superas un cáncer llega una fase compleja, donde hay muchos miedos: miedo a que vuelva el tumor, a las revisiones de cada año, etc...", señala la coordinadora de estas jornadas, quien explica que la psicóloca Mónica Novo Freire intentará dar claves a las asistentes sobre cómo "relajar la mente" y "reducir el estrés".

La cuarta edición del Senoforum de A CoruñaSenoforum abordará además un tema que normalmente suele ser tabú y del que apenas se habla en las consultas de oncología: la sexualidad tras el cáncer. "La mama es un órgano presente en el sexo y el tumor afecta al aspecto físico porque las pacientes tienen una cicatriz, la zona radiada o si se sometieron a una mastectomía, una prótesis y todo esto afecta a su autoestima, a cómo se ven como mujeres y si una no se ve bien esto puede provocar problemas en las relaciones sexuales", señala Rodríguez, quien asegura que a esto se suma problemas de "sequedad o atrofia vaginal", presentes en la menopausia y que afectan a algunas pacientes. De todo ello hablará y dará consejos la sexóloga Alexandra López.

Resolver dudas de la mano de especialistas y compartir experiencias con otras afectadas es uno de los objetivos de estas jornadas, desde donde dejan claro que la paciente "debe ser dueña de salud" y "poner de su parte" para, más allá del tratamiento médico, seguir hábitos y modificar rutinas de su día a día para mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de sufrir una recaída. "Hay que coger el timón", señala Julia Rodríguez.