Una cápsula de Juul, el dispositivo de moda entre los jóvenes estadounidenses, contiene la misma cantidad de nicotina que un paquete de cigarrillos, según indica la propia web de la compañía, y tiene diferentes sabores. Es decir, una cápsula tiene de media 0,7 ml de los cuales un 5% es de nicotina y dura unas 200 caladas.

"A parte de los efectos que la nicotina provoca en el cerebro, el tabaco nos preocupa sobre todo por los problemas respiratorios que produce, como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y el desarrollo de cánceres y enfermedades cardiovasculares. Desde luego, el tabaco, en cualquiera de sus formas, es la mejor sustancia para generar enfermedades", advierte la doctora Marina Blanco, que añade que ya hay personas enganchadas al cigarrillo electrónico y al iQOS, que tiene menos nicotina que el Juul.

La neumóloga asegura que lo único que se persigue precisamente con todos estos dispositivos es fidelizar usuarios, aunque muchos de ellos se publiciten como una opción para dejar de fumar. "Puede que para un perfil muy concreto de fumador sirvan para tal fin, pero siempre dentro de un programa de deshabituación", afirma.

La neumóloga y la representante de las ANPA coinciden en afirmar que para poner coto al vapeo es necesaria más información. "La prevención pasa por diálogo en casa, información y campañas", afirma Bertila Fernández. Asimismo, la doctora Blanco aboga por la sensibilización. "Hoy ningún chaval duda de los daños del tabaco porque seguro que tiene algún caso cercano, pero no cree que el vapeo sea malo; hasta puede resultarle glamuroso porque estéticamente son muy llamativos", afirma.