La Comisión Europea propuso ayer nuevos límites de exposición a cinco sustancias cancerígenas en el lugar de trabajo con el fin de proteger a un millón de trabajadores en toda la Unión Europea y evitar más de 22.000 casos de cáncer y otras enfermedades cuyas causas guardan relación con las condiciones laborales.

El Ejecutivo comunitario presenta así una propuesta para introducir en la normativa europea sobre carcinógenos y mutágenos nuevos valores límite de exposición para cinco sustancias químicas -el cadmio, el berilio, el ácido arsénico, el formaldehído y la metilenbis- que establecen una concentración máxima en el aire del lugar de trabajo.

Estas sustancias, especialmente el cadmio, el berilio y el ácido arsénico, están presentes en numerosos sectores como la construcción, la sanidad, los plásticos y el reciclaje, la electrónica, los laboratorios, las fundiciones o la fabricación de baterías. "La Comisión ha dado hoy otro paso importante en la lucha contra los cánceres profesionales", indicaron.