En esta ocasión tendrá más peso la lectura digital, como destreza, si bien también realizarán exámenes de Ciencias y Matemáticas. Las últimas pruebas organizadas por el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA),Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) que miden el nivel y el rendimiento académico de alumnos y alumnas de 15 años de numerosos países, se celebraron en 2015. Ahora vuelve la evaluación mundial. Los institutos tienen hasta el 31 de mayo de plazo para realizarla. Participan 60 institutos gallegos elegidos al azar y realizarán la prueba más de 1.600 adolescentes.

Tres años atrás (en 2015) fue la primera vez que las pruebas se desarrollaron únicamente en formato digital. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tenía especial interés en la competencia científica. Persigue el pensamiento razonado. Modelos de preguntas eran, por ejemplo, las diferencias entre quemar combustibles que emiten dióxido de carbono a la atmósfera o utilizar biocombustibles. Con toda la lógica medioambiental que ello conlleva. También incluía reflexionar sobre el despoblamiento de colmenas o las posibilidades de sufrir terremotos en función de unos indicadores previos, por ejemplo.

En la anterior edición, el alumnado gallego subía 10 puntos en comprensión lectora, 5 en cálculo y se mantuvo en ciencias. Hacían hincapié los resultados finales en la equidad del sistema, situándose Galicia entre los más equitativos del mundo.

En esta ocasión realizarán la prueba alumnos y alumnas de 79 países (los resultados se conocerán en 2019). Según recuerda el Marco teórico de lectura PISA 2018 de la OCDEMarco teórico de lectura PISA 2018, en 1997 se empezó a hablar de dedicar una evaluación PISA a la competencia en Lectura y entonces solo el 1,7 % de la población mundial utilizaba internet, pero en 2014 la tasa global era ya del 40,4 %. Por tanto, la lectura hoy es muy diferente a la de hace apenas veinte años, ya que hasta mediados de la década de los noventa se realizaba principalmente en papel. El material impreso existía en muchas formas, aspectos y texturas, desde libros infantiles hasta largas novelas, desde folletos hasta enciclopedias, desde periódicos y revistas hasta revistas académicas, desde formularios administrativos hasta notas en tablones.

En la actualidad, la lectura está cambiando de los textos impresos a los digitales como consecuencia de la difusión de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) entre el público en general.

Y PISA 2018 quiere ver si el alumnado puede leer con fluidez, localizar y recuperar información en un texto, buscar y seleccionar información relevante, comprenderlo o reflexionar sobre el contenido y la forma del mismo, señaló la OCDE.

A los estudiantes se les hará localizar información relevante a través de la búsqueda, selección y acceso a unos textos. Después, deberán comprender lo leído identificando el significado explícito de los textos y relacionándolo.

Las instrucciones de PISA para este año apuntan también que se valorarán las capacidades del alumnado "para enfrentarse a asuntos globales e interculturales, para realizar acciones por el bien común". Se trata de avanzar en cultivar la conectividad y superar las desigualdades y el radicalismo, recalcan.

En toda España participarán cerca de 40.000 alumnos/as de mil centros educativos (etapa de Secundaria) en estas pruebas, que se celebran desde 2000.