Son muchas las posibilidades en el ámbito de las bebidas con alcohol. Desde una cerveza fresquita o una copa de tu vino preferido hasta los combinados más elaborados. Opta por lo que prefieras, pero intenta abrir tu mente y probar nuevos sabores sin olvidar que no solo es importante la graduación alcohólica en que se basa su elaboración porque, en ocasiones, nos sorprenderíamos.

España es un país en el que existen muchas posibilidades de consumo. En las distintas comunidades autónomas puedes encontrar deliciosas variedades de vinos con denominación de origen y las cervezas más típicas de cada localidad. Son numerosos los grupos de cata de vinos o las reuniones alrededor de mesas bien surtidas. También contamos con especialistas de fama mundial en el campo de la enología que han colaborado en el reconocimiento de los estupendos caldos de las diferentes bodegas que pueblan nuestra geografía.

Elegir el vino se ha convertido en un placer no solo para los entendidos, sino también para los profanos. Y, aunque sigue manteniéndose el concepto de que el blanco acompaña a los pescados, por ejemplo, son muchos los que señalan que tampoco el tinto le "queda mal". Esta evolución en los gustos y costumbres de los consumidores redunda en el beneficio general de quienes disfrutan de su consumo y pueden permitirse probar sin más complicaciones.

Pero no solo se bebe vino. La cerveza, el cava, el vermú o los combinados tienen muchos seguidores fieles que disfrutan de su consumo esporádico. A todos les inquieta el contenido en alcohol y, en general, entre los adultos, se realiza un consumo moderado en el que no se pone en peligro la propia vida ni la de los demás. En ello ha colaborado la legislación que penaliza a los que dan positivo en el control de alcoholemia.

Los expertos han calculado el porcentaje de alcohol de varias bebidas de consumo frecuente y queremos destacar las siguientes: cerveza (4-15%) en función de su procedencia, cava y vino tinto (como media 14%), gin tonic (16%), un Jerez (20%), un vermú (15-33%) o un tequila (38%).

Además, cuando se combina la bebida alcohólica con otros elementos, la graduación se ve modificada según señalan los expertos. Los motivos que argumentan son variados, pero parece que los que conocen el tema lo tienen claro. Como ejemplo podríamos señalar que:

-Al añadir zumos de fruta (Cosmopolitan, daiquiri, etc.), la graduación se rebaja.

-El mojito, en el que la combinación con la soda, el hielo y el zumo de limón, desciende hasta el 14%.

-La sangría, elaborada a partir de vino tinto, al combinarse con los demás componentes reduce su proporción hasta llegar a un 10%.

De manera general, si quieres preparar un cóctel y no caer en errores fácilmente subsanables que podrían causarte problemas, sería recomendable:

-Utilizar una coctelera adecuada a lo que vayas a elaborar. No debe ser excesivamente grande ni demasiado pequeña y que sea posible manejarla con facilidad.

-Emplear la copa indicada y los elementos "de adorno" que combinen mejor con el cóctel. No pongas cerezas, por ejemplo, simplemente porque te gusten porque pueden resultar muy desagradables al mezclarse su sabor con el de los demás componentes.

-Elige bien el hielo. Es un componente fundamental porque le dará sabor a la bebida y altera la textura del combinado. Escoge un hielo elaborado a partir de agua de buena calidad y adecuadamente "triturado" para que se integre bien con los demás elementos.

-Endulzarlo con azúcar puede generar un incremento irreal de la sensación que el combinado en sí mismo causaría.

-Añadir bebidas excitantes (como las que contienen cafeína) al alcohol aumenta de manera irreal la sensación alcohólica percibida.

-Evitar la mezcla de destilados o licores de alta graduación con bebidas excitantes porque obtendrías una combinación que puede resultar incluso peligrosa para tu salud.

El consumo de alcohol debe ser moderado y nunca antes de la edad adecuada. Cada vez son más los adolescentes que se inician a edades demasiado tempranas y empieza a verse como un problema de salud que los expertos intentan atajar. La educación es primordial para evitar que nuestros jóvenes cometan errores a este nivel. Hagámosles comprender que ponen en peligro su vida cuando transforman el consumo ingente de alcohol en su ocio del fin de semana.