Galicia registró durante 2017 un total de 6.436 denuncias por violencia de género, 751 más que en el ejercicio anterior. No obstante, 406 víctimas, un 6% del total, renunciaron a esta medida, un porcentaje similar al de 2016. De ello informó ayer la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, que presentó en la Comisión de Sanidade, Política Social e Emprego de la Cámara el informe anual sobre la situación de la violencia de género en Galicia correspondiente al año 2017. Según explicó López Abella, el incremento de denuncias refleja que los dispositivos y medidas puestas en marcha por el Ejecutivo gallego hacen "dar el paso" a denunciar a las víctimas. Así, por orden, las provincias en las que más denuncias se registraron fueron Pontevedra (2.518) y A Coruña (2.442), seguidas de Ourense (747) y Lugo (729).

En su intervención, la titular de Igualdade también dio cuenta del número de órdenes de protección. En concreto, apuntó que se produjeron un total de 1.928 peticiones, 235 más que en 2016. De ellas, fueron adjudicadas 1.284, el 67%, y se denegaron 631.

La secretaria xeral de Igualdade ofreció estos datos en una comparecencia en la que recordó que en 2017 se registraron tres víctimas mortales: fueron asesinadas dos mujeres en O Carballiño y Redondela, y un niño coruñés de 11 años en Oza-Cesuras.

Al respecto, señaló que la Xunta se personó como acusación popular en el caso del asesinato del menor, toda vez que no obtuvo autorización para lo mismo en el caso de O Carballiño y que, en el de Redondela, el agresor también murió. Susana López Abella señaló que el Ejecutivo autonómico se personó como acusación popular en catorce casos desde el año 2013.

Además, la secretaria xeral de Igualdade apuntó que los colegios de abogados gallegos iniciaron en 2017 un total 813 asuntos en materia de asistencia gratuita por violencia de género, que tuvieron un coste total para la Xunta de 86.300 euros.