Una tercera familia de un alumno de 13 años con autismo del Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Santiago Ramón y Cajal ha solicitado a la Consejería de Educación el traslado a otro centro.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes del departamento que dirige Rafael van Grieken para señalar que el escrito en el que se refleja su queja por el trato que recibe su hijo en este colegio.

Las mismas fuentes detallan que ese documento no supone una denuncia ante la Inspección Educativa sino una solicitud de traslado al entender que el menor no recibe un trato adecuado en el Santiago Ramón y Cajal.

Con ello, se une a la segunda familia que sí ha denunciado trato vejatorio en este colegio y que también ha reclamado un cambio de centro para su hijo autista, de 10 años.

Ahora, la Consejería estudiará las diferentes alternativas para ver si se puede acometer este cambio y se transmitió a los padres su disposición a atender cualquier aspecto que traslade a la administración educativa.

Esta petición se produce después de conocerse que tres trabajadoras del centro están siendo investigadas judicialmente por presuntos malos tratos a un menor de ocho años autista, tras la denuncia que ha cursado la familia de este chico.

Por su parte, la dirección del Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Santiago Ramón y Cajal de Getafe ha asegurado que al menor de 8 años con autismo cuyos padres han denunciado vejaciones por parte del profesorado se le trató con "cariño", "respeto" y desarrollando las medidas ajustadas a sus necesidades educativas, al tiempo que ha recalcado que las acusaciones contra el centro son "totalmente falsas".

Además, en un escrito dirigido a la comunidad educativa, han asegurado que se mantuvieron diversas reuniones con la familia del menor, que ya está en otro centro, y que "en ninguna" los padres expusieron "sospecha alguna" del presunto maltrato denunciado.

En el comunicado, el centro emplaza a las familias a realizar una serie de reuniones para contestar a todas las dudas y con datos "objetivos" sobre la "verdad" de este caso, después de conocerse que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Getafe investiga a tres trabajadoras por un presunto delito de acoso y trato degradante así como uno de lesiones psicológicas a un escolar de 8 años con un trastorno de autismo que estuvo en el colegio.

En este sentido, expone que el alumno estuvo en el centro durante un total de 34 días lectivos y el último día al que acudió a clase fue el 9 de noviembre de 2017, coincidiendo con el momento en que el centro descubrió que el menor tenía un dispositivo en su ropa para hacer grabaciones.