El Sergas ya ofrece a pacientes del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) con patologías graves -tumores, problemas cardiovasculares o aneurismas cerebrales, entre otros- operarse en otros centros, incluso de otras provincias, para cumplir con la Lei de Garantías de Prestacións Sanitarias que fija un plazo máximo de 60 días plazo máximo de 60 días para realizar las cirugías de dolencias graves. Se trata de una práctica contemplada en un decreto de la norma, que entró en vigor en enero, y que permite a los hospitales dar la opción al paciente de operarse en otro centro público -o concertado si no hay opción en el Sergas- cuando es imposible cumplir con el precepto de dos meses en su propio hospital. "Por el momento han sido casos puntuales", señalan desde la dirección del Chuac, donde no precisan ni cuantas cirugías hubo que reubicar ni en que otros hospitales se llevaron a cabo. "Es una de las consecuencias negativas de la Lei de Garantías. Hasta hace poco no veíamos casos en A Coruña, pero últimamente ya empieza a suceder", explica el portavoz de la Plataforma SOS Sanidade Pública, Ramón Veras.

El objetivo de la ley gallega es dar prioridad en el quirófano a los pacientes más graves -la normativa establece un total de 108 patologías que se consideran urgentes- y que nadie espere más de dos meses para ser operado. Pero la teoría choca con la práctica y muchas veces es imposible cumplir estos objetivos en todos los hospitales. Por ello, antes de que finalice el plazo máximo si en el centro del paciente no es posible la operación, se le ofrece hacerlo en otro, pero puede tocarle en la otra punta de Galicia. "Automáticamente sale el hospital del Sergas que tiene disponibilidad inminente para operar esa patología y se le oferta al paciente esa posibilidad. En ocasiones ocurre al revés, son otros hospitales del Sergas quienes ofrecen a sus pacientes operarse en el Chuac", señalan desde el centro.

Una vez el Sergas dé la oportunidad de operarse en otro hospital, el paciente tiene siete días para aceptar o no esta propuesta; el proceso habitual es recibir una llamada y posteriormente una carta en la que debe aceptar o rechazar esta opción. En caso de negarse, pierde el derecho a ser operado en un plazo máximo de dos meses, y seguirá a la espera de que pueda ser intervenido en su hospital de siempre. Eso sí, tal y como explica el Sergas en su web, el paciente mantendrá "sus derechos de antigüedad en la lista de espera de su centro".

Para SOS Sanidade Pública esta letra pequeña de la Lei de Garantías es algo "negativo" tanto para el paciente como para su familia. "Tenemos que aspirar a que cada pacientes pueda ser atendido en su área sanitaria ya que ir a otro centro supone el desplazamiento no solo del paciente sino también de sus familiares y estar en un medio extraño", dice Ramón Veras, quien resalta además que si un paciente se niega se quedará en la lista de su hospital "y eso supone que igual puede esperar hasta un año". "No hay mucha transparencia", señala.

Dentro de las 108 patologías que la ley recoge que deben ser atendidas en menos de dos meses hay dos grupos. La Xunta establece que las patologías de prioridad 1 -cardiopatías y tumores, por ejemplo- deben ser operadas en menos de un mes, algo que se logra en el Chuac, donde al cierre de 2017 estas patologías se operaban en 15,8 días de media, según datos de Sanidade. Las de prioridad 2 deben resolverse con 60 días de demora máxima. El Chuac estaban en 61.

El Sergas evita facilitar datos del número de cirugías reubicadas desde el 10 de enero, pero solo en los doce primeros días fueron 79.