La última teoría científica, sobre el origen del Universo, desarrollada por el físico británico Stephen Hawking antes de morir el pasado 14 de marzo ha sido publicada este miércoles en la revista "Journal Of High Energy Physics" del Reino Unido.

Hawking, fallecido a los 76 años, elaboró esta teoría cosmológica durante veinte años con su colega Thomas Hertog, del Instituto de Física Teórica de Lovaina (Bélgica), y ambos la presentaron a la publicación para su revisión diez días antes de que el primero falleciera.

La nueva teoría Hawking-Hertog plantea que, a partir del Big Bang (el momento de formación del cosmos), el Universo se formó como un vasto y complejo holograma, de modo que pueden existir otros universos muy similares al nuestro.

Los dos científicos ofrecen además pautas matemáticas para que los astrónomos puedan buscar pruebas sobre la existencia de estos posibles universos paralelos.

Hertog explica en el siguiente vídeo de la cuenta de Twitter de la Comisión Europea en el Reno Unido cómo se ha gestado todo el proceso:

La teoría publicada este miércoles matiza una hipótesis anterior, propiciada por los estudios del propio Hawking, que decía que, a partir del Big Bang, el Universo se expandió a partir de un punto minúsculo en un proceso conocido como inflación, creando infinitos universos -o "mutiversos"- que podían ser muy distintos al nuestro.

Esta formulación, derivada de las investigaciones de Hawking con su colega estadounidense James Hartle en la década de 1980, planteaba el problema de que, si existen infinitos universos con infinitas variaciones en sus leyes físicas, no hay manera de predecir en qué Universo nos encontramos.

La teoría Hawking-Hertog propone que todos los universos existentes comparten las mismas leyes de la física, lo que implica que lo que se averigüe sobre este Universo puede aplicarse a otros.

Las investigaciones de ambos se basan en nuevas técnicas matemáticas desarrolladas para investigar una rama de la física conocida como "teoría de las cuerdas" -la idea de que las partículas materiales, en apariencia puntuales, son en realidad "estados vibracionales" de un objeto extendido más básico llamado "cuerda".

Hawking murió el 14 de marzo en Cambridge (Inglaterra), tras haber sufrido desde 1964 una enfermedad neurodegenerativa que le dejó inmóvil y le obligaba a comunicarse a través de un sintetizador de voz.

Además de sus investigaciones sobre la expansión del Universo y los agujeros negros, el cosmólogo adquirió fama por sus libros de divulgación científica, entre ellos "A Brief History of Time" ("Una breve historia del tiempo").