La NASA lanzó ayer su sonda InSight, que estudiará la actividad tectónica de Marte para desentrañar los misterios de su formación y preparar posibles misiones humanas para explorar el planeta rojo. La misión no tripulada avanzó hacia el cielo desde la base aérea estadounidense de Vandenberg en California. La sonda fue propulsada por el cohete Atlas V y es la primera misión de la NASA a Marte desde el Curiosity, en el año 2012.

El proyecto de 993 millones de dólares busca ampliar el conocimiento de las condiciones internas de Marte, con el objetivo de enviar después exploradores humanos y revelar cómo se formaron los planetas rocosos -como la Tierra- hace miles de millones de años. "Este es un gran día. Regresamos a Marte", dijo el administrador de la NASA Jim Bridenstine tras el lanzamiento.

"Es importante para nuestro país. También es importante para el mundo y realmente establece el liderazgo estadounidense de muchas maneras", agregó.