La mortalidad materna se redujo en el mundo en más de un 44% desde el año 1990 hasta la actualidad, pero todavía son muchas las mujeres en países subdesarrollados que no pueden ver crecer a sus bebés porque mueren durante el embarazo o el parto debido a la falta de acceso a centros de salud o a matronas. Sin embargo, Unicef alerta de que en 2016 unos 40 millones de mujeres fueron madres sin que una matrona o especialista la atendiera en el parto.