El consumo de alcohol por parte de menores es un problema de primera magnitud del que han alertado de forma reiterada expertos y que las administraciones han convertido en una prioridad política. De hecho, Congreso y Senado presentaron ya su propuesta para sacar adelante una nueva ley que ataje las preocupantes cifras de intoxicaciones etílicas y consumo de riesgo en menores de edad. Hace falta más mano dura y así lo reclaman los gallegos en el último Barómetro del Ministerio de Sanidad. Siete de cada diez encuestados en Galicia opinan que la sociedad es "demasiado permisiva" con la venta de alcohol a menores y el 37% pide a los padres más control sobre sus hijos.

Aún hay una pequeña parte de la población que todavía no es consciente del problema que representa el consumo de alcohol en menores. En la encuesta realizada entre mayores de 18 años, el 12,6% de los gallegos, casi 300.000 personas, defiende que un menor pueda "tomarse una copa de vez en cuando".

E incluso toleran alguna borrachera. Casi 165.000 gallegos, el 7,1%, opinan que "no es tan grave" que un menor se emborrache alguna vez en su vida.

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En todo caso, no son los gallegos los más permisivos. Galicia es la tercera comunidad con menos porcentaje de personas que no ven gravedad en que un menor se emborrache de forma ocasional. En Cantabria, por ejemplo, opinan de esta manera el 17% de los encuestados y en Navarra el 16%.

La comisión parlamentaria encargada de redactar la nueva Ley de prevención de consumo de alcohol en menores plantea prohibir el botellón, más impuestos al alcohol e incrementar las sanciones. El Ministerio de Sanidad aprovechó la elaboración del Barómetro Sanitario 2017 para sondear a la ciudadanía en relación a las medidas necesarias para atajar este problema. Y los encuestados en Galicia descargan buena parte de la responsabilidad en las familias.

Cuatro de cada diez gallegos creen que los padres deben ejercer mayor control sobre sus hijos. Es más, hay un 19% de encuestados que considera que los menores beben "porque lo ven en sus casas". Un tercio de los ciudadanos considera que las familias no tienen suficiente información sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol.

Y tras la petición de mayor control por parte de los padres la segunda medida que más apoyan los gallegos para atajar el consumo de alcohol en menores es que las autoridades vigilen y sancionen más la venta de bebidas a jóvenes de menos de 18 años. Así lo demandan el 33% de los gallegos. Esto va en la línea de la ponencia aprobada en la comisión mixta Senado-Congreso en la que plantean sancionar a los padres, mandarlos a clases reeducativas con sus hijos o clausurar locales que vendan alcohol a menores de forma reiterada.

Menos prioridad le dan los gallegos a otras medidas. Solo el 15,4% cree que lo primordial debe ser la orientación en colegios e institutos sobre los riesgos del alcohol. Y únicamente el 10,6% de los encuestados antepone la prevención a otras actuaciones.