La sección de derecho penal de la Comisión General de Codificación que revisará los delitos de abuso y agresión sexual en el Código Penal ha acordado por unanimidad pedir al Ministerio de Justicia una "reestructuración" del órgano judicial para "garantizar el equilibrio entre hombres y mujeres" en su composición. "Solo una vez que se reestructure en esos términos estaremos en condiciones de asumir el encargo recibido o cualquier otro", señaló ayer uno de los miembros de la sección de esta comisión Enrique Peñaranda, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, a la salida de la reunión del órgano convocada ayer, que duró casi dos horas.

Este órgano, al que el ministro de Justicia encomendó el estudio de los delitos sexuales tras la sentencia de La Manada, inicialmente estaba formado únicamente por 20 hombres. Sin embargo, dos de ellos han dimitido, tras la polémica que se ha generado entorno a la mayoría de varones. Fue entonces cuando el ministro propuso la incorporación de cinco mujeres a esta comisión, aunque una declinó la invitación por tratarse de una presencia temporal. En la reunión de ayer, sus integrantes han acordado reclamar a Justicia que se incorpore a más vocales al órgano con carácter permanente, con el objetivo de lograr "una estructura equilibrada" entre hombres y mujeres.

"Lo que pedimos es que los que se incorporen lo hagan como vocales permanentes, independientemente de que luego la comisión para el tratamiento de cualquier asunto pueda ampliarse con especialistas en la materia que se esté debatiendo", apuntó el catedrático.

Según los estatutos de la Comisión General de Codificación, el número de vocales permanentes asignados a la sección no puede exceder de 30. De este modo, al haberse producido dos dimisiones y quedar integrada por 18 varones, Justicia solo garantizará la paridad -es decir, que ninguno de los dos sexos tenga una participación inferior al 40% ni superior al 60%- si las 12 nuevas incorporaciones son exclusivamente de mujeres. Para que la paridad sea plena -es decir, 50/50- la mitad de los integrantes deben ser mujeres, con lo que deberían renunciar tres de los miembros actuales.

Una de las cuatro mujeres que asistieron a la primera reunión de ayer, propuestas por Justicia, es Blanca Hernández Oliver, exdelegada del Gobierno contra la Violencia de Género entre 2011 y 2016 de Género, letrada de las Cortes Generales y profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Carlos III de Madrid. Hernández apuntó que la paridad "legitima los trabajos" que tiene encomendados, sobre el estudio de la tipificación de los delitos sexuales.

Hernández reivindicó su presencia y participación en la sección de la comisión, al tiempo que recalca que esta es "una oportunidad única para visibilidad" una "realidad oculta", para "hacer pedagogía social" y "avanzar en la lucha contra la violencia contra las mujeres".

Por otro lado, el catedrático de la UAM Enrique Peñaranda asegura que la comisión se reunirá "una vez que se haya producido la reestructuración en esos términos". Fuentes de Justicia apuntan que todavía no hay fecha decidida para la próxima reunión de la comisión.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, anunció ayer que designará "un número importante de mujeres" a esta comisión. Catalá aseguró que anunciará el nombre de las expertas "en los próximos días", de forma que "puedan colaborar en ese informe que servirá para una reforma legal" que, según el ministro, llevará al Parlamento en los próximos meses.

"Esa sección estaba compuesta por hombres, y estoy totalmente de acuerdo en que debe tener una composición proporcional", señaló el ministro horas después de la petición de los miembros de la comisión.

Semanas después de hacerse pública la sentencia de La Manada, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se pronunció sobre el tema. "El Ejecutivo va a estar siempre con las víctimas y si es necesario se cambiará la ley", señaló el presidente del Gobierno, quien también alertó de que las leyes "no lo resuelven todo". En una entrevista en Antena 3, Rajoy aseguró que el suceso ocurrido en los Sanfermines de 2016 es "un tema terrible" y, ante este hecho, él se acuerda de la víctima, "la mujer que fue agredida" u otras posibles mujeres que puedan sufrir lo mismo, por lo que lo "importante" es trabajar para que "nunca más" haya que comentar una circunstancia parecida.