A ser solidario también se aprende. Así lo entiende la Xunta, quien constata cómo el grueso de voluntarios en sus programas está conformado por menores de 20 años y que en cierta medida tiene que ver en que el Ejecutivo lleva "muchos años" impulsando iniciativas en el ámbito educativo, casi desde que llegan hasta que dejan el Bachillerato. "Una parte importante de crear una conciencia solidaria es hacerlo de pequeños", proclama la responsable de Xuventude de la Administración autonómica.

Como herramientas se ha editado material pedagógico, como Os Bolechas aprenden a ser personas voluntarias, destinado a Educación Infantil y Orimaria. Además, dos centros gallegos han escogido introducir la materia de Voluntariado en su currículum académico: el IES Castro Alobre de Vilagarcía, con 27 anotados, y el Divina Pastora de Ourense, donde son 34, indican desde Xuventude.

Además de sembrar conciencias altruistas y solidarias para el día de mañana, la Xunta busca nuevas oportunidades para que quien lo desee encuentre la opción deseada. Como resalta Vázquez, no se trata de lanzar programas porque sí, sino de lograr que los gallegos se animen a respaldarlos y también de cubrir "huecos" teniendo en cuenta el intercambio de información con el sector. Ahora mismo el Ejecutivo tiene en marcha 17 programas diferentes y el año pasado estrenaba dos nuevas áreas de acción: el medio rural y las personas mayores (o ambas). Por ejemplo, en relación a los mayores se impulsó un programa para acompañar a jubilados que viven solos y que ven con buenos ojos el estar con alguien. 11 entidades se adhirieron y por ahora 75 voluntarios apoyan a 38 mayores. También se está impulsando un programa de voluntariado en materia de prevención de incendios al que se sumaron 150 personas ya pero cuyo objetivo es el doble.