"Un día estás bien y, al siguiente, no te puedes casi ni mover". Esta frase define a la perfección el particular vía crucis al que se enfrentan, en silencio, casi día tras día, los enfermos de fibromialgia. En Galicia, se estima que el 5% de la población padece esta dolencia, cuyos síntomas van desde el dolor persistente, la fatiga extrema y la rigidez muscular, hasta dificultades para dormir, cefaleas e, incluso, problemas de memoria.

Con motivo del Día Internacional de esa patología, que se conmemoró ayer, la fachada de la Diputación de A Coruña y la Torre de Hércules se iluminaron con luces moradas emblemáticas en homenaje a los afectados por esa dolencia. Además, la Asociación Coruñesa de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica y Sensibilidade Química Múltiple (Acofifa) convocó una Marcha Solidaria bajo el lema Nos duele; no estamos fingiendo.