"Una mujer, una familia que ha perdido a un bebé antes o inmediatamente después de su nacimiento, ha de adaptarse a una realidad en la cual este pequeño no estará físicamente, puntualizo aquí el físicamente, porque lo cierto es que estos niños y niñas acompañan a sus madres en el recuerdo por siempre", sostiene Jesica Rodríguez Czaplicki, presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal y coordinadora del grupo de Psicoloxía Perinatal del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, quien advierte de que frases del tipo "para estar enfermo, mejor así", "eres joven, puedes tener más" o "piensa en tus otros hijos", que quizás en muchas ocasiones intentan ayudar, reconfortar, solo añaden dolor. "Puede que sí, que haya otros embarazos, pero las madres no quieren otro, quieren a su bebé", subraya esta psicóloga. "Sanitarios, familiares, amigos y la sociedad en general, han de asumir que la muerte gestacional y perinatal existe, que duele mucho, un dolor indescriptible en muchos casos. Es tarea de todos sensibilizarnos y acompañar de verdad, de corazón, si no sabemos qué palabras decir, a veces una mano sobre el hombro, un abrazo en silencio o el simple hecho de saber que estamos ahí da más apoyo que una frase equivocada", concluye.