La irrupción de las nuevas tecnologías en la sociedad ha transformado radicalmente la forma de relacionarnos y a la larga lista de beneficios de la globalización digital o las redes sociales también se unen contrapartidas como el aislamiento social, la banalización de la información o la exposición pública de la vida íntima, todo ello a veces con graves consecuencias. También trae consigo la aparición de nuevos problemas con terminología anglosajona ( ciberbullying, grooming, gambling...) que ya forman parte de nuestro día a día. Con la inmediatez que caracteriza a la era digital, cada poco tiempo surgen nuevos trastornos que pronto se universalizan pero no todos cuentan con el plácet de los expertos en la materia. Uno de ellos es el denominado "síndrome de Diógenes digital", un trastorno tratado en diversos centros de terapia por coaches que hace referencia a la acumulación de mucho material en los dispositivos electrónicos (móviles, tabletas y ordenadores) y la situación de ansiedad que genera cuando el usuario debe eliminarlo.

Según el centro de terapias grupales y personales Coaching Club, el 60 por ciento de los usuarios sufren este trastorno que describen como una versión actualizada y digital del síndrome de Diógenes y que lleva a los "acumuladores obsesivos" a "sentir pánico cerval ante la simple idea de borrar cosas, vaciar la papelera y ponerle orden a su teléfono". "El problema aflora cuando nuestra conducta empieza a modificarse, dando paso a la obsesión o cuando surgen complicaciones en el ámbito familiar o laboral", asevera la directora del centro, Verónica Rodríguez. Los coaches lo describen como "síndrome" a pesar de no estar admitido como tal.

"Conferir a esas conductas o patrones de un estatus, entidad o síndrome me parece muy fuerte y hay que tener cuidado con quien lo dice porque eso a nivel científico o clínico no existe ni de lejos", subraya Antonio Rial Boubeta, doctor en Psicología Social de la Universidad de Santiago de Compostela.

Por ello, pide prudencia ante la aparición de este tipo de "síndromes" que, insiste, no son tal. "Todo lo que tiene que ver con internet y las redes sociales está adquiriendo una dimensión especial y falta mucho por estudiar pero hay una tendencia a aplicar y a exagerar determinados términos también al contexto digital", remarca el experto en adicciones tecnológicas que recuerda que ni siquiera la adicción a internet o al móvil han sido todavía reconocidas como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que solo incluyó en su manual de clasificación de enfermedades mentales el gambling (juegos y apuestas online ) y el game disorder (jugador compulsivo de videojuegos) como trastornos derivados de las nuevas tecnologías.

"Para mí no incluir la adicción a internet es ser excesivamente cauto pero lo otro es pasarse al lado opuesto y es, como mínimo imprudente", recalca Rial Boubeta. Así, recuerda que el síndrome de Diógenes es una grave enfermedad mental que a la acumulación de objetos suma otros factores como el abandono personal y social y el aislamiento. "Con todo el respeto hacia los coaches, hay que tener cautela a la hora de aplicar determinados términos tan alegremente, un síndrome es una entidad a nivel clínico", aseveró el experto, que recuerda que también existe clínicamente el síndrome de acumulación que también hace referencia a la acumulación de cosas y que esto interfiera en la vida diaria y suponga un grave problema a los afectados.

"Y que venga un coach y aplique eso a una persona que guarda muchas fotos y muchos archivos o que tiene un caos en el escritorio y los ordenadores o no sé cuántos discos duros... Hay mucha gente que tiene ese patrón desordenado o desorganizado porque no quiere deshacerse de las cosas pero eso no es ningún síndrome, ni siquiera una patología, ni tiene por qué suponer una interferencia importante en su día a día. Solo es un estilo, una manera de vivir", concluyó.