Mientras 340 residentes en la comunidad gallega recibían algún tipo de medida de protección por los malos tratos recibidos por parte de algún familiar durante el pasado año, se presentaron un total de 233 denuncias para alertar de este tipo de violencia doméstica, aquella que un pariente ejerce sobre otro siempre que no sea uno de los miembros de la pareja que entonces estos delitos se engloban dentro de la violencia de género.

Si la mayoría de víctimas de este tipo de malos tratos son mujeres, a la hora de analizar a los agresores, la situación da un giro de 180 grados. Siete de cada diez denuncias presentadas el pasado año se pusieron contra un varón (180 casos), frente a 53 demandas contra los malos tratos ejercidos por una mujer, según los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de estadística (INE). Sobre la nacionalidad, la mayoría son españoles: 201, frente a 32 extranjeros.