Más de la mitad de los hombres no considera que dar un beso a una mujer sin su consentimiento sea abuso. Un 32% admite que forzar a su pareja para tener sexo, aunque ella no quiera, no es violación. En la calle, la mayoría no está de acuerdo con estos datos, pero así lo pone de manifiesto la primera encuesta sobre percepción social de la violencia sexual elaborada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género publicada con el Ejecutivo en funciones. Además, según este sondeo -que es el primero de este tipo que se realiza tanto en España como en Europa-, el 47,7% de los españoles considera en mayor o menor grado que el alcohol es a menudo el causante de que un hombre viole a una mujer.

Con la primera afirmación, los autores del estudio concluyen que los consultados culpabilizan parcialmente a la víctima de una agresión sexualvíctima de una agresión sexual y por tanto muestran cierta tolerancia a la violencia sexual. En el segundo caso, consideran que los encuestados eximen al menos parcialmente al agresor por sus acciones y por tanto tienen una cierta tolerancia a estas prácticas.

El estudio, realizado a través de 2.465 entrevistas, revela además que cuatro de cada diez hombres y un tercio de las mujeres piensa que el acoso sexual en el trabajo terminaría "si simplemente" ella le pidiera que parase. Con todo, el 86,9% descarta que la víctima tenga alguna responsabilidad cuando sufre esta violencia en el ámbito laboral, si bien uno de cada cuatro hombres y una de cada seis mujeres dice que suelen exagerar al referirse a este tipo de agresiones.

Pese a que la inmensa mayoría condena cualquier tipo de violencia sexual contra la mujer, especialmente las mujeres y de generaciones jóvenes, lo cierto es que dos de cada diez entrevistados no ve necesario castigar por ley el sexo no consentido dentro de la pareja, porcentaje que se eleva al 30% en el supuesto de tocarla sin permiso y al 52,5% en el de besarla en contra de su voluntad.

Lo que sí debe ser siempre penado para el 93,2% es dar de forma deliberada a una víctima alcohol o drogas para poder mantener relaciones sexuales con ella. Nueve de cada diez tacha de inaceptables todos los comportamientos de violencia sexual ligados al uso de las nuevas tecnologías, y creen que compartir imágenes o vídeos de carácter sexual a través de las redes sociales sin consentimiento debe estar castigado, una proporción que se reduce a seis de cada diez en el caso de envío de correos o mensajes no deseados con este tipo de contenidos.

Además, uno de cada seis entrevistados asegura que a una mujer que vista de forma provocativa no debería sorprenderle que un hombre intente obligarla a mantener relaciones sexuales. El 13,7% cree que una mujer que sea "tan poco precavida como para andar sola de noche por callejones oscuros" tiene parte de culpa si es violada. Del mismo modo, el 22,4% resta credibilidad a una víctima si ésta ha tenido muchas parejas sexuales.

Tres de cada diez muestra algún tipo de acuerdo con la afirmación de que si una mujer invita a un hombre a tomar una copa en su casa después de haber salido por la noche "significa que quiere sexo", y un 15,3% sostiene que si una mujer es agredida estando borracha "tiene parte de la culpa".