España es el país de la Unión Europea con peores indicadores de natalidad y nupcialidad, factores que la están convirtiendo en "una sociedad al borde del suicidio demográfico y social". Esa es la conclusión del Instituto de Política Familiar (IPF) que ayer presentó el informe de Evolución de la Familia en Europa 2018, realizado a partir de datos procedentes de diferentes organismos internacionales y nacionales. Los datos desvelan, además, que es el país donde más ha crecido la ruptura familiar, que afecta a seis de cada diez matrimonios.

El presidente del IPF, Eduardo Hertfelder, aseveró que la situación "es crítica" y exigió al nuevo Gobierno que "no mire hacia otro lado y afronte y resuelva de una manera decidida esta problemática". La entidad propone para ello la creación de un Ministerio de la Familia, la elaboración de un plan nacional de natalidad, la convergencia con Europa en el porcentaje del PIB (2,4%) destinado a la familia y el aumento de prestación por hijo a cargo hasta la media europea, de 100 euros al mes.