Víctimas de curas pedófilos y activistas de los derechos humanos de quince países lanzaron ayer en Ginebra una organización internacional para "forzar" a la Iglesia católica a poner fin a los abusos sexuales dentro de la institución.

"La Iglesia se ha librado de sus crímenes desde hace demasiado tiempo", dijo Peter Saunders en una rueda de prensa anunciando la creación de la organización Ending Clerical Abuse (ECA, Poniendo Fin a los Abusos Clericales").

ECA quiere "forzar a la Iglesia católica a poner fin a los abusos dentro de la misma, en particular sobre niños, para proteger y reclamar justicia para las víctimas", añadió el británico, que fue miembro de la comisión pontificia para la protección de menores.