El hallazgo por parte del grupo de Investigación en Microbiología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), que dirige Germán Bou, de un mecanismo genético presente en la práctica totalidad de los patógenos, tanto en humanos como en animales, que anula la capacidad de infección de los microbios, cobra especial relevancia es el contexto actual, en el que el consumo desmedido e irracional de antimicrobianos, y en particular de antibióticos, y la escasez de tratamientos alternativos, ha pasado de ser una amenaza de futuro para convertirse en una realidad con un precio muy elevado: el aumento de la resistencia a esos medicamentos. Un grave problema que se registra en todos los países del mundo y que puede afectar a cualquier ciudadano, con independencia de su edad, tal y como alertó, en 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS), al presentar su primer informe global sobre esta cuestión, en el que avanzaba que "podría poner en jaque los avances en salud".

"Los antibióticos son fármacos que funcionan matando o impidiendo que crezcan las bacterias, pero también puede ocurrir que algunos de esos microorganismos cambien, se hagan más fuertes y se propaguen. Cuanto más a menudo se use un antibiótico, más probabilidades habrá de que las bacterias se vuelvan resistentes", advirtió, a este diario, el doctor Bou.

Los antibióticos son moléculas que destruyen a los microorganismos bacterianos y pueden ser de dos tipos: bacteriostáticos, si inhiben el crecimiento de las bacterias, o bactericidas, cuando las matan directamente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los procesos infecciosos están producidos por bacterias. "Si un paciente sufre una infección causada por un virus y se le administran antibióticos no servirá de nada, ya que este tipo de fármacos no matan a los virus ni frenan su crecimiento", explicó el doctor Bou. De ahí la importancia de someter a los pacientes a diagnósticos microbiológicos para saber si las infecciones están producidas por un virus o una bacteria antes de iniciar los tratamientos. "Los ciudadanos, por su parte, han de tener en cuenta que los antibióticos solo deben tomarse bajo la prescripción del médico. Bajo ningún concepto hay que automedicarse. También es importante tomarlos en las dosis adecuadas y en los tiempos aconsejados. No hay que terminar los tratamientos ni antes, ni después, porque tan mala es una cosa como otra", añadió.