- La Fundación nace a raíz de la muerte de su hermana, ¿cómo surge la idea?

-Mi hermana tenía en mente la idea de hacer una fundación y siempre le preocuparon los temas relacionados con la infancia. En la empresa había muchas mujeres jóvenes con niños pequeños y siempre buscaba la conciliación familiar y laboral. A raíz de su fallecimientos, en la familia pensamos en hacer una fundación que llevase su nombre y que de alguna manera se dirigiese a los colectivos que a ella le preocupaban. Por eso empezamos por la infancia. Después con el tiempo vas conociendo otras necesidades que hay en la sociedad y hay que adaptarse a ellas. Vimos un nicho, un hueco en personas con discapacidad y nos pusimos a trabajar con este colectivo.

- ¿Cómo recuerda los inicios?

-Fueron complicados, la inauguración fue un año y dos meses después del fallecimiento de mi hermana. Era muy reciente y aunque era un tema bonito, era una manera de recordarla bonita, también era duro a nivel personal y familiar.

- Su experiencia en el mundo empresarial, ¿le sirvió para poner en marcha la entidad?

-Sí, a los dos o tres años hicimos un plan estratégico porque quizás por experiencia en empresa, veíamos que era muy importante tener muy claro nuestras líneas de trabajo porque a la Fundación llegan muchísimos proyectos y para intentar no desviarnos y seguir nuestra línea. Sabemos que se pueden hacer tantas cosas y hay tantas necesidades..., pero tenemos que centrarnos en unas. Además intentamos que haya responsables de cara área e intentamos que funcione como una empresa. Desde el principio tuvimos claro que lo ideal es que la fundación pudiese subsistir por ella misma. Por ello compramos la residencia de estudiantes Rialta, todos los beneficios van para acción social de la Fundación. Aun así no es suficiente porque pasan los años y el presupuesto va creciendo, vas encontrando nuevas cosas y el resto del dinero que necesitamos es dinero de la familia y de alguna colaboración puntual como ahora mismo La Caixa.

- Hace unas semanas reconocía que el trabajo de Tom di Maria en su centro de arte para discapacitados en EEUU les había servido de inspiración. ¿Cómo seleccionan qué proyectos se llevaran a cabo?

-Tenemos distintos responsables, una persona para el área de salud, otra para ocio y tiempo libre con diversidad personal, etc... A veces son ellos los que plantean proyectos y otros que nos llegan, que a veces encajan y a veces no. Por ejemplo, la responsable de nuestra colección de arte hasta hace muy poco, Marta Fajardo, se había fijado en Tom di Maria y su equipo, y fue una inspiración para nuestros talleres de arte para personas con diversidad funcional.

- En el caso de las colaboraciones con el hospital, ¿las ideas parten de ellos o de ustedes?

-Hay de todo, en algunos casos ellos nos comentan que hay esta necesidad y bueno hay determinadas cosas que la administración pública no llega para cubrir y si nos parecen interesantes lo hacemos como la parte de Oncología pediátrica que hemos arreglado. En otros casos, como por ejemplo el tema de cuidados paliativos, surgió de la responsable del área de salud.

- Son un referente en actividades para personas con discapacidad. ¿Cómo era la situación de este colectivo hace 15 años?

-No había prácticamente nada para ellos, especialmente para los adultos. Probablemente si no hubiésemos creado esta fundación habría muchas cosas que no me daría cuenta en mi día a día que son necesarias pero es que aquí ves tantas necesidades, tanto que se puede hacer...

- Gran parte de las iniciativas para este colectivo se centran en el ocio y el tiempo libre.

-Es deporte pero el deporte no es lo más importante, lo más importante es tener algo por lo que salir de casa, conocer a otras personas que están viviendo situaciones similares, al final es sociabilizarse. Ves a muchas personas que el simple hecho de tener algo con lo que levantarse por las mañanas les ha cambiado la vida.

- ¿Acercarles al mundo del arte y la creatividad cómo les ayuda a nivel personal?

-El objetivo es que ellos vean que pueden hacer muchas más cosas de las que piensan y que tengan más seguridad en sí mismos.

- ¿Cómo animaría a los que todavía son reticentes a apuntarse a este tipo de talleres?

-Les diría que pueden hacer mucho más de lo que ellos piensan. No solo ellos porque todos tenemos nuestra diversidad funcional, todos podemos hacer mucho más de lo que pensamos y es bueno esforzarse porque nos ayuda a tener más seguridad en nosotros mismos.

- Después de 15 años, ¿con qué proyecto se quedaría?

-Hay muchos, pero el más especial fue el de la entrada de los perros en el Materno Infantil. Soy una gran amante de los animales, creo firmemente en los beneficios que nos producen siempre que nos gusten, me parece que ha sido un gran paso, fuimos el primer hospital en Galicia y ahí siguen ayudando a muchos niños con dificultades.

- ¿Y el que fue más complicado poner en marcha?

-Pues este costó mucho, tuvo que pasar por el comité de ética. Desde 2008 que nos planteamos que entraran los perros en el hospital hasta 2016 no se consiguió. Llevó su tiempo porque es complicado el entender que los perros pueden estar en el centro porque están desparasitados, que no pueden influir en las enfermedades de los niños... Costó bastante porque en Galicia no había ninguno en el hospital. Fue de los que más tiempo llevó poner en marcha.

- ¿Qué actividad tiene más éxito entre los usuarios?

-El programa Esfuerza, un proyecto que ofrece vela adaptada, piragüismo, fitness y senderismo a personas con discapacidad. Gracias a la colaboración de La Caixa hemos ampliado las plazas, pero siempre quedan personas en lista de espera. Es un programa estrella, año tras año hay más gente que quiere incorporarse, es muy completo, muy bonito.

- ¿Qué balance hace de estos 15 años?

-Me ha humanizado muchísimos trabajar aquí. Te hace tener un punto de vista de la vida diferente y la escala de valores cambia.

- ¿Seguirán centrados en la infancia y la discapacidad?

-Sí y también en personas en riesgo de exclusión social. No es solo lo que nosotros queremos hacer sino lo que la sociedad necesita. Hay que estar con los ojos muy abiertos.