Carlos Madrid Casado, profesor de Matemáticas en Secundaria y asociado en la Complutense, profundizó en la filosofía de la cosmología a petición del fallecido Gustavo Bueno. Tres años ha dedicado al libro que ha resultado de ese empeño y que acaba de presentar. Lo ha titulado Filosofía de la Cosmología. Hombres teoremas y leyes naturales.

-¿Qué tiene que ver la cosmología con la filosofía?

-Estudiar el origen del universo y su desarrollo es algo que tiene muchos componentes que no son científicos. La cosmología no es una ciencia experimental, de laboratorio, sino que tiene más que ver con las matemáticas. Ante las críticas a su teoría de cuerdas, Susskind dice que no se la puede someter a otros criterio que no sean los suyos, o Hawkings, ¿por qué nunca recibió el Nobel? Pues porque la mayoría de sus teorías no están demostradas experimentalmente, ni podrán estarlo nunca.

-No hay una sola cosmología.

-Hay muchas, la que la gente conoce más es la del Big Bang. La Iglesia la vio con buenos ojos, de hecho el primero en plantearla fue un sacerdote, el abad Lemaître, y la bendijo un Papa. La Iglesia dice: si todo el universo ha sido creado por una gran explosión, ¿quién la causó? Dios. El Papa Francisco ha dicho que el Big Bang no contradice la existencia de Dios si no que la exige. Pero hay muchas otras teorías. Penrose habla de un universo sin principio ni final, que se expande y se encoge incesantemente. La cosmología tiene abiertos problemas científicos de primer orden, como el de la materia oscura, que conformaría el 96% del universo y de la que no sabemos nada de nada. ¿Una ciencia que no sabe nada del 96% de su objeto de estudio? Es todo muy hipotético.

-Esas teorías tienen algo de mito.

-La cosmología tiene un pie en la astronomía y otro en la astrología, pero pega un salto mortal desde ellas al ocuparse de todo el universo. La teoría del huevo cósmico de Lemaître parece casi poesía, es el relato de un místico, cosmopoesía.

-¿Los avances tecnológicos permitirán desvelar el misterio del universo?

-Han permitido conocer mejor el cielo, lo que sucede es que la cosmología no se ocupa tanto del cielo como del universo y el problema es que es difícil experimentar con objetos inmensamente mayores que nosotros, como los planetas o las galaxias, y siempre puede haber distintas teorías. Pensar que la ciencia es capaz de explicarnos el origen del universo es caer en el fundamentalismo científico. No es que yo esté dejando espacio a las religiones al afirmar esto, es que la filosofía debe criticar los mitos y uno de los mayores mitos de nuestro tiempo es que la ciencia va a poder explicar el origen del universo. Ignoramus et ignorabimus, como solía decir Bueno.

-¿Hay grandes referentes en la cosmología?

-Muchísimos, como lo fue Albert Einstein en su día. Lo que ocurre en nuestro tiempos es que hay grandes cosmólogos, europeos y americanos, que trabajan en grandes grupos. En la década de los años 30 habría unos cincuenta cosmólogos en todo el mundo y ahora habrá al menos dos mil.