Los doce niños de un equipo de fútbol y su entrenador que permanecieron durante días atrapados en una cueva de Tailandia sobrevivieron bebiendo agua de las paredes de la gruta hasta que les encontraron los rescatadores y antes intentaron escapar del lugar cavando, según relató su preparador, Ekapol Chantawong, conocido por el apodo de Ake. En su primera comparecencia pública tras haber sido rescatados y después de haberse recuperado en un hospital, los doce niños y su entrenador participaron en una conferencia ante los medios para responder a una serie de preguntas seleccionadas sobre la experiencia que vivieron en la gruta y su complejo rescate.

El entrenador del equipo de Los Jabalíes Salvajes contó que la lección que han aprendido tras los días atrapados en la cueva, donde entraron el 23 de junio y se vieron sorprendidos por las intensas lluvias, es que tienen que ser "más cuidadosos" y "revisar sus actividades".

"Mi lección es que agradecemos de verdad toda vuestra amabilidad. Tenemos que ser más cuidadosos y revisar las actividades", aseguró, según informó el diario The Guardian. Preguntado sobre si se plantea volver a la cueva en la que quedaron atrapados, Ake dijo que podría hacerlo acompañado de "un guía" y uno de los niños subrayó que él no volverá.

Sobre la experiencia vivida en el interior, uno de los niños dijo que estaba "preocupado" por los deberes del colegio que no podía hacer durante el cautiverio y otro llamado Adul contó que lo que ha aprendido es que no se puede vivir sin prestar atención a las cosas. "A partir de ahora, viviré mi vida atentamente", añadió.

Por su parte, Chanin Wiboonrungrueng, también conocido como Titán y el más pequeño de los jugadores, destacó que la experiencia en la gruta le ha enseñado a "valorar la vida". "Me siento más fuerte y ahora tengo más paciencia y resistencia", indicó.

Sobre su futuro, varios niños dijeron que quieren ser futbolistas profesionales y otros, como es el caso de Ekkarat Wongsookchan, apodado Bew, aseguraron que quieren convertirse en militares de la unidad de élite SEAL de la Marina tailandesa, los especialistas militares que lideraron la parte tailandesa del rescate.

Los niños explicaron que durante los días que estuvieron atrapados en la cueva desde que les encontraron los buzos jugaron con ellos a las damas y que a uno de los SEAL tailandesas le apodaron el rey de la cueva.

Homenaje al buzo fallecido

Los pequeños también tuvieron palabras de recuerdo y de condolencias por la muerte de Saman Kunan, el submarinista que perdió la vida al quedarse sin oxígeno cuando regresaba de haber estado con los niños en la gruta. "Nos sentimos culpables por su muerte", contó Ake.

En la comparecencia se mostraron mensajes escritos por los niños para trasladar su solidaridad con la familia del buzo fallecido. "Gracias desde lo más profundo de mi corazón", señala el mensaje de uno de ellos dirigido a la familia de Kunan.

Un mando de los SEAL de la Marina tailandesa explicó que un buzo británico identificado como Jason fue quien llevó alimentos a los trece atrapados en la cueva y que se estudió la posibilidad de sacar a los niños excavando en la gruta.

El militar señaló, además, que las máscaras submarinas eran específicas para los pequeños. Por su parte, Ake, el entrenador de los pequeños, explicó que al principio pensó que el nivel del agua bajaría pronto y que podrían salir y que luego se percataron que seguía subiendo y que tendrían que esperar a ser rescatados.

Al principio, según el relato, intentaron cavar para buscar una salida y lo hicieron organizándose por turnos. Intentaron cavar para lograr encontrar un sitio seguro y comenzaron a beber agua que corría por las paredes y que parecía estar limpia. "Mi lección es que agradecemos de verdad toda vuestra amabilidad. Tenemos que ser más cuidadosos y revisar las actividades", concluyó.