Los suplementos de Omega 3 tienen "poco o ningún" beneficio para el corazón, según una investigación de la organización sin ánimo de lucro Cochraen, con sede en Londres. Los ácidos grasos Omega 3 se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados y mariscos, y en algunas fuentes vegetales, como en el aceite de soja y las nueces. Su consumo en forma de suplementos se promueve debido a la creencia de que ayudan a prevenir enfermedades cardíacas, incluyendo la reducción de la presión sanguínea y del colesterol.