Cuando estás embarazada y llega el verano te surgen infinidad de dudas acerca de lo que resulta adecuado a tu estado. Todas las que se te planteen deben ser consultadas al médico y es imprescindible seguir sus pautas para que el calor y los cambios asociados a la gestación no provoquen ninguna alteración imprevista.

No sufras anticipadamente. Lo más probable es que puedas hacer una vida normal manteniendo una dieta equilibrada, hidratándote adecuadamente y evitando la exposición al sol durante las horas en las que la radiación es más potente, aunque es cierto que el calor va a hacerte más sensible a las molestias propias de tu estado (piernas más pesadas, sudarás más, etc...). Además, según el trimestre en que te encuentres, las indicaciones pueden ser diferentes, pues tus necesidades también lo son.

Para quienes viven una gestación sin complicaciones suele ser recomendable:

-Si viajas en coche, para cada hora y media, pues tus piernas se merecen el descanso. Bájate del coche, estíralas y camina un poco.

-No salgas durante las horas de más calor y aprovecha los momentos en que las temperaturas son más soportables.

-Evita el exceso de exposición al sol, porque debido a tu estado hormonal pueden salirte manchas que después no desaparecerán. Utiliza un protector solar con factor elevado y procura mantenerte a la sombra.

-Aprovecha los beneficios del agua. Pasea por la orilla del mar para activar tu circulación y reducir la retención de líquidos. Báñate en la piscina y haz ejercicios con las piernas para favorecer la circulación de retorno. Nada todo lo que puedas. Acude a un balneario y realiza ejercicio en el agua que mejore tu espalda o tus problemas de ciática si los padeces.

-Utiliza ropa cómoda y ligera, que no te apriete, de colores claros y de materiales naturales (lino, algodón, etc...).

-Elige un calzado de piel, cómodo y amplio que no te apriete y te permita reducir la hinchazón de los tobillos.

-Hidrátate abundantemente. Debes beber mucho, fundamentalmente agua, pero también zumos naturales, batidos, infusiones, etc... por su aporte de vitaminas y minerales. Si sales a pasear, llévate una botella de agua para beber cuando te apetezca.

-Modifica tu dieta para que resulte refrescante. No puedes eliminar ningún nutriente esencial, pero puedes prepararlo de otra forma. Consume ensaladas en las que puedes añadir de todo: salmón, frutos secos, pollo, legumbres, frutas, etc... Alíñalas con aceite de oliva virgen.

-Siéntate cómodamente. Elige sillas rectas con las que puedas apoyar los pies en el suelo y no aceptes una hamaca de playa por no resultar pedante. Tu espalda te lo agradecerá.

-Duerme lo que te apetezca en una cama adecuada. Puede ser mejor para ti dormir sin almohada o destapada, busca la postura más cómoda y con sábanas de algodón y de colores claros. Si necesitas una siesta, puedes permitírtelo.

-Pasea mucho. Es un ejercicio estupendo que mejorará tu salud y tu estado de ánimo. Camina por zonas a la sombra y utiliza ropa y calzado adecuados para ello. No es necesario que hagas un largo trayecto; es mejor que lo disfrutes todos los días. Ve bien protegida: gorro, gafas, etc... y no olvides ponerte siempre el fotoprotector.

-Tras el ejercicio, estira. Es importante que tus articulaciones no sufran y se queden relajadas para que los beneficios del deporte sean reales.

-Cuida tu piel. Después de la exposición solar, debes usar un after sun adecuado. Es necesario que nutra, regenere y repare tu piel para evitar la aparición de más estrías de las que ya se formarán por el incremento de volumen abdominal.

El embarazo es un estado natural que no debemos ver como una enfermedad. Es imprescindible enfocarlo en positivo y pensar en que no nos limita completamente. No se recomiendan ciertas actividades de riesgo pero, salvo indicación médica específica, puedes hacer una vida normal manteniendo unas pautas saludables.

Disfruta de tu embarazo también en verano. Te ayudará a liberar todas las tensiones acumuladas y cambiar de ambiente y hábitos durante un corto espacio de tiempo. También mentalmente puede ayudarte, porque te prepararás para la llegada del parto y el nacimiento de tu hijo. Consulta tus dudas con el especialista y relájate porque es la mejor opción para aprovechar este corto período estival.