Uno de cada seis dependientes que residen en Galicia y tienen derecho a algún tipo de prestación todavía está a la espera de recibirla. En concreto, 10.267 gallegos aguardaban por la ayuda a 30 de junio -los últimos datos facilitados por el Imserso-, lo que supone el 15,3% del total de dependientes. Pese a que la aplicación de la ley de la dependencia ha mejorado en la comunidad -en el mismo mes de 2017 esperaban por la prestación una cuarta parte de los dependientes y había 7.000 personas más en lista-, hay siete comunidades con menor porcentaje de pacientes a la espera de recibir la ayuda fijada.

A finales de junio y tras pasar por las distintas valoraciones que marca la normativa, había 67.325 dependientes gallegos con derecho a recibir alguna prestación y eran 57.058 los que ya disfrutaban de ella. Eso supone que el 84,7% de los dependientes de Galicia ya estaban atendidos, una tasa por encima de la media estatal (77%) y que sitúa a la comunidad gallega como la octava con más ciudadanos con prestación aunque a gran distancia de la autonomía que mejor ha hecho sus deberes: Castilla y León, donde el 98,5% de los dependientes con derecho a prestación ya la recibían a 30 de junio de 2018. Navarra, con un 87% de dependientes atendidos y Murcia y Comunidad Valenciana (más del 86%) completan la parte alta de una clasificación que cierran Canarias, Cataluña y Andalucía, donde más de un tercio de sus dependientes está en lista de espera para poder cobrar la ayuda o recibir la prestación marcada en la normativa.

La situación en las comunidades mejora si se analiza el número de resoluciones formuladas de entre todos los dependientes que envían su solicitud para ser valorados -que expertos determinen qué grado de dependencia tienen de entre tres posibles- y en función del resultado se marque qué tipo de ayuda o servicio pueden disfrutar. Galicia sube posiciones hasta el cuarto lugar a nivel estatal ya que, a 30 de junio de este año, el 98,9% de las solicitudes presentadas ya habían sido analizadas. Una tasa que solo superan Madrid, País Vasco y La Rioja, donde ya eran más del 99% las solicitudes resueltas. De nuevo, Canarias vuelve a ser la autonomía con peores datos en dependencia ya que solo están atendidas siete de cada diez peticiones de dependientes.

En el caso de Galicia, al contrario de lo que ocurre en gran parte de las comunidades, el mayor volumen de dependientes se da en el grado III, es decir, el que implica que el usuario tiene una menor capacidad para desenvolverse por sí solo. Solo en Galicia y Canarias, los grandes dependientes ocupan el primer puesto: con 24.841 y 11.424, respectivamente. Eso sí, en el caso de la comunidad gallega están seguidos muy de cerca por el grupo de dependientes de grado II (hay 23.457, según los últimos datos del Imserso) y del grado I (19.027).

Y entre quienes tienen derecho a una prestación por su situación de dependiente se mantiene -según el último balance de aplicación de la ley de dependencia del Imserso- la ayuda a domicilio como el servicio con más usuarios (21.608 en Galicia). Le siguen quienes reciben una prestación para cuidados familiares (más de 13.000), atención residencial (más de 8.100), una plaza en un centro de día o de noche (7.017). Además otros 4.300 cuentan con algún sistema de teleasistencia de modo que se fomenta su autonomía ya que los usuarios cuentan con algún dispositivo que les permite alertar a emergencias en caso de sufrir algún percance o tienen instalado en sus domicilio unos sensores que indican si hay cambios en sus hábitos o si no se registra actividad, por ejemplo, que pone en alerta a los técnicos que gestionan el programa de ayuda.

A la hora de ofrecer un perfil de dependiente, el Imserso solo aporta datos a nivel estatal. Las mujeres casi duplican al número de hombres (más de 640.000, frente a 342.000) y la franja con mayor número es la de 80 o más años.