La coruñesa Sheila Ferreiro, de 20 años, optó por estudiar Matemáticas por pura vocación. "Desde pequeña tuve claro que quería estudiar esta carrera. La intención es dedicarme a la docencia, ser profesora

de Matemáticas", explica, consciente de que su pasión por los números era una excepción. "Sí, sé que es una de las materias más odiadas, sobre todo en el instituto, cuando se complican un poco. Sin embargo, me hablas de matrices o de integrales y a mí me encanta resolverlas", añade. Pasa ahora para tercero de carrera, consciente del auge de la titulación en los últimos años, desde que el sector tecnológico y digital puso también los ojos en los matemáticos/as. "En los últimos dos años el salto en la nota de corte se ha notado mucho", asegura.