Pese a que matricular a este tipo de alumnos en los centros convencionales es un primer paso, no es la única medida necesaria para su total integración. De hecho, hace solo unos meses, la ONU alertaba de que España vulnera de "forma sistemática" el derecho a la educación de los alumnos con algún tipo de discapacidad, principalmente la intelectual.

El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas afirma que España "segrega y excluye" a estos alumnos en el sistema educativo general. Reconoce que una gran mayoría están matriculados en el sistema ordinario pero "es dentro de este donde se produce la exclusión". En concreto, la ONU alerta de la "poca consideración" que se da al impacto que tiene para el niño la ausencia de "un prestador de apoyo, de un grupo o un centro educativo de referencia". También critica la falta de apoyos "financieros, materiales y emocionales" tanto para los alumnos como para las familias.