Científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) han demostrado que la polilla moteada, la también conocida como 'polilla de Darwin' por haber sido señalada como un ejemplo evolutivo, utiliza su color para camuflarse mejor de las aves que se alimentan de ellas, lo que provocó que se oscurecieran cuando la contaminación industrial ennegreció los bosques británicos en el siglo XIX.

"Es uno de los ejemplos más emblemáticos de la evolución, pero ferozmente atacado por creacionistas que buscan desacreditar la teoría de la evolución", afirma el Martín Stevens, del Centro de Ecología y Conservación del Campus de Penryn de la Universidad de Exeter. El estudio ha sido publicado en la revista 'Communications Biology'.

La polilla moteada o mariposa de los abedules (Biston betularia) debe su nombre a este árbol, cuyo tronco utiliza para camuflarse ante los depredadores. En el siglo XIX, con la Revolución Industrial y la contaminación atmosférica que producía el polvo del carbón oscurecieron las cortezas de los árboles, lo que provocó también el oscurecimiento de las polillas.

Este fenómeno, denominado melanismo industrial, en el que prevalecen las variedades más oscuras en zonas contaminadas, servía para demostrar la teoría de la evolución de Charles Darwin por selección natural, siendo motivo de debate entre biólogos evolutivos y creacionistas. Después, la desaparición de la contaminación por polvo de carbón volvió a armonizar la cantidad de polillas más claras, que eran mayoritarias antes de la Revolución Industrial.

El estudio de la Universidad de Exeter ha demostrado que las polillas logran camuflarse en los troncos de los árboles de forma efectiva a la visión de las aves depredadoras. "Utilizando el análisis de imágenes digitales para simular la visión de las aves y los experimentos de campo en los bosques británicos, comparamos la facilidad con que las aves pueden ver mariposas oscuras y pálidas, y determinar su riesgo de depredación", explica el profesor Stevens.

"Nuestros hallazgos confirman la historia convencional presentada por los primeros biólogos evolucionistas: que los cambios en la frecuencia de las mariposas oscuras y pálidas se debieron a cambios en la contaminación y el camuflaje", añade el investigador de Exeter.

En los experimentos se han creado polillas artificiales, cebadas con alimentos, para observar las tasas de depredación en los bosques del Reino Unido, principalmente en Cornualles. "A través de los ojos de un pájaro, las polillas pálidas se asemejan más a la corteza de los líquenes", explica la investigadora Olivia Walton.

Esto se traduce en una fuerte ventaja de supervivencia para las polillas pálidas respecto a las oscuras. En concreto, las polillas artificiales de un color más claro utilizadas en los experimentos tenían un 21% más de posibilidades de no ser comidas por las aves.

"Proporcionamos una fuerte evidencia directa de que la frecuencia de las formas de polilla moteada proviene de las diferencias en el camuflaje y la depredación aviar", según el profesor Stevens.