Casarse una vez rebasados los 60 años ya no es anecdótico en Galicia. Si en 2007 fueron 247 los gallegos de esta edad o que la superaban que contrajeron matrimonio, la cifra no dejó de aumentar desde entonces y una década después ya eran más del doble: 539 en 2016, un 118% más, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a que los matrimonios en los que alguno de los novios se acerca a la edad de jubilación solo representan el 6% del total de bodas celebradas en Galicia, ya hay más gallegos que se casan a estas edades que con 25 o 26 (no llegan a los 450 anuales) o incluso entre los 42 y los 50 años.

Aunque los novios de 60 o más años que se dan el sí quiero no dejan de aumentar cada año, los datos del INE revelan una gran diferencia entre los hombres que se animan a dar el paso y las mujeres. De hecho, ellos son más del doble que ellas: en 2016 se celebraron 377 bodas donde el varón ya había entrado en la década de los 60, frente a solo 162 donde ellas superaban esta edad. Eso sí, a la hora de analizar la evolución en la última década, si la cifra de hombres que casan estas edades aumentó un 90% —de 198 a 377—, el número de mujeres se triplicó: de 49 a 162.

Por provincias, A Coruña es la que registra un mayor número de personas de más de 60 años que se casan: 231, un 115% mas que hace una década. Le sigue Pontevedra que con 208 casos registró el mayor incrementó (un 201% más que en 2007), Lugo (57) y Ourense (43).

Los datos del INE revelan además un cambio en los hábitos de los gallegos a la hora de casarse en la última década. Hace diez años eran 7.192 los residentes en la comunidad gallega que decidían pasar por la vicaría entre los 25 y los 29 años. Sin embargo, ahora se retrasa más el momento de dar el sí quiero y en 2016, los gallegos —tanto hombres como mujeres— que abandonaron la soltería a esas edades habían descendido un 58% hasta los 2.981, según los datos del INE.

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Lo mismo ocurre con las bodas entre adolescentes. Si en 2007 hubo una veintena de matrimonios en Galicia donde alguno de los cónyuges era menor de edad —en concreto hubo nueve donde la novia tenía 16 años, ocho donde tenía 17 y tres donde era él quien había cumplido los 17—, en 2016 solo hubo tres bodas entre menores: en todas ellas era la novia quien aún no había resabado la mayoría de edad.

Galicia no es ajena a la tendencia estatal. A nivel estatal, según los últimos datos sobre matrimonios publicados por el Instituto Nacional de Estadística, el número de mayores de 60 años que se casan también se ha disparado en la última década: se pasó de los 4.501 en 2007 a los 9.834 de 2016, más del doble. Ellos siguen siendo mayoría: más de 7.000 dieron el paso al rebasar los 60, frente a poco más de 2.600 mujeres. Lejos de ser anecdótico, casarse a las puerta de la jubilación es una tendencia al alza.