El papa Francisco pidió ayer perdón por todos los abusos cometidos por los sacerdotes, por las instituciones religiosas y por la jerarquía de la Iglesia en Irlanda, antes de la misa celebrada en Dublín para clausurar el Encuentro Mundial de las Familias.

Inesperadamente, el Pontífice argentino, antes de iniciar la ceremonia, leyó un mensaje en el que pidió perdón ante los cientos de miles de católicos congregados en el Phoenix Park de Dublín por los abusos de poder, de conciencia y sexuales cometidos por la Iglesia en Irlanda.

Francisco explicó que el sábado se reunió con ocho víctimas y que después de ello quería "poner delante de la misericordia del Señor estos crímenes y pedir perdón por ellos". Y comenzó el largo e intenso mea culpa de la Iglesia católica por los "abusos cometidos en diferentes instituciones dirigidas por religiosas y religiosos y otros miembros" de la institución en ese país.

"Pedimos perdón por los casos de explotación sexual a los que fueron sometidos tantos menores", añadió.

Pedimos perdón, continuó el Pontífice, "por las veces que como Iglesia no hemos brindado a los supervivientes la comprensión, búsqueda de justicia y verdad con acciones concretas".

Silencio

El papa Francisco también recordó cómo "algunos miembros de la jerarquía eclesiástica no se hicieron cargo de estas situaciones dolorosas y guardaron silencio", y por ello siguió pidiendo perdón.

"Pedimos perdón -continuó el Pontífice argentino en su único discurso en español en este viaje- por los chicos que fueron alejados de sus madres, y por todas aquellas veces que se decía a muchas madres que intentaron buscar a sus hijos, a los que se les alejaba, que era pecado mortal, y por quienes buscaban a sus madres". Francisco dijo que "esto no es pecado mortal", sino el "Cuarto Mandamiento (Honrarás a tu padre y a tu madre)".

"Que se haga justicia"

El mensaje del Papa concluyó con una petición para que "El Señor mantenga en acreciente estado de vergüenza y construcción y nos dé la fuerza para comprometernos para trabajar que nunca más suceda y se haga justicia".

Al término de la misa se supo, como es habitual, que el próximo Encuentro Mundial de las Familias tendrá lugar en Roma en 2021, según anunció el prefecto del dicasterio para Laicos, Familia y Vida, el cardenal Kevin Farrell.