Solo el 76,7% de las niñas gallegas que tenían 14 años el año pasado se pusieron las dos dosis, la pauta completa, de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). En cambio, casi 2.000 adolescentes de esa edad que sí se inmunizaron una primera vez no recibieron la segunda inyección, como permiten constatar los datos de cobertura vacunal difundidos por el Ministerio de Sanidad.

Entre las que se protegieron con la primera inyección contra el VPH y las que reciben también la segunda toma hay casi 20 puntos de distancia, y aunque en el resto del programa de vacunación infantil las diferencias no son tan acusadas, los buenos datos de Galicia quedan ensombrecidos por un descenso en las segundas dosis o refuerzos que expertos como el pediatra Federico Martinón-Torres atribuyen a varias causas, desde un simple retraso en la vacunación a una dejadez o relajación, no porque todos sean antivacunas.

En el caso de la triple vírica, que incluye la inmunización contra rubeola y parotiditis, además de una enfermedad que se ha vuelto a poner de moda en Europa por el repunte de casos, el sarampión, son seis puntos los que cae la cobertura, desde el 98,6% de la primera inyección -una cobertura que ubica a la comunidad gallega como la segunda de España que más se protege, tras Madrid (99,9%)- al 92,1% de la segunda dosis, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) se propone como objetivo que las dos dosis superen el 95% para la eliminación de la enfermedad.

En el neumococo también hay una caída de casi siete puntos entre la llamada primovacunación y la dosis de recuerdo. El fenómeno de los padres despistados u olvidadizos o que van con retraso se reduce en la hexavalente, que inmuniza contra el tétanos, difteria y tos ferina, Haemophilus influenzae tipo B y polio. De una cobertura casi universal, del 99,6%, se pasa al 96% y en la hepatitis B, incluida bajo el mismo paraguas, del 99,9 al 98,6%.

Con todo, los datos de Galicia del primer año de vida vuelven a situar a la comunidad en el podio de las más cumplidoras (es líder en hepatitis B y segunda en el resto de hexavalente) y además han mejorado con respecto a los registros del año anterior, aunque no ocurrió lo mismo con las segundas dosis o las de recuerdo.

Martinon, sin embargo, insta a tomar medidas para evitar que ese pequeño porcentaje que no se vacuna en las dosis de recuerdo no olvide la inmunización.