Los cambios en los hábitos culturales de los ciudadanos modifica también los préstamos de material que se realizan en las bibliotecas. Pese a que los libros protagonizan ocho de cada diez préstamos, ganan peso los documentos audiovisuales y se consolidan productos que antes ni se ofrecían como el libro electrónico o los juegos electrónicos.

Las bibliotecas gallegas prestaron más de 3,2 millones de libros en 2016 (último año del que hay datos en el Ministerio de Cultura), lo que supone un 21% más que en 2006. Pero no son ni mucho menos los artículos cuyo préstamo más se ha incrementado. Los documentos audiovisuales (películas o series) prestados por las bibliotecas subieron un 87% en el mismo periodo hasta rebasar los 485.000 anuales y las publicaciones periódicas subieron un 25%. Por el contrario, el auge de internet y el streaming ha provocado que el préstamo de documentos sonoros caiga casi a la mitad (un 48% menos). Desde 2010 se computa además el préstamo de otros dos productos: los libros electrónicos (casi 16.000 prestamos en 2016) y los juegos electrónicos (6.640).