Galicia perdió un centenar de bibliotecas en apenas una década. La comunidad gallega contaba con un total de 591 bibliotecas abiertas en 2006, una cifra que bajó a las 486 en 2016 (105 menos), lo que la convierte en la autonomía con mayor cierre de este tipo de establecimientos, según los últimos datos publicados este año por el Ministerio de Cultura. Unos datos que sitúan a Galicia a contracorriente ya que solo en otras cinco comunidades -Aragón, Baleares, Canarias, Murcia y Valencia- hay ahora menos bibliotecas que en 2006. En el conjunto del país, 2016 cerró con 116 bibliotecas más que las existentes en 2006 y se llegó a las 6.636.

Más de la mitad de las bibliotecas que hay en la comunidad gallega (273) son gestionadas por los propios ayuntamientos y precisamente son éstas, donde la administración local tiene la titularidad, las que experimentaron una mayor caída en los últimos años. Entre 2006 y 2016, Galicia perdió 58 bibliotecas locales. Además, ahora hay 16 bibliotecas privadas menos (son 94 en toda la comunidad), quince menos entre las que dependen de la Xunta (61) y el conjunto de bibliotecas del Estado también adelgazó al perder diez.

Pese a la caída de bibliotecas, Galicia es la séptima comunidad con un mayor número y registra una tasa de 17,9 por cada cien mil habitantes. Extremadura es la autonomía con mayor tasa ya que cuenta con 44,5 bibliotecas por cada cien mil habitantes, seguida de Castilla-La Mancha (27,6) y Aragón (24,6). En el lado contrario, Murcia, Canarias y Madrid, donde no llegan a nueve bibliotecas por 100.000 habitantes. La Mancha y Aragón son las comunidades que siguen a Galicia en pérdida de bibliotecas (33 y 32 menos, respectivamente, entre 2006 y 2016) mientras que Andalucía y Castilla y León lideran el incremento con 115 y 81 más que hace poco más de una década, según los datos de Cultura.

Por tipo de bibliotecas, la mayoría en Galicia son públicas (279) mientras que 29 son para "grupos específicos de usuarios" y doce de instituciones de enseñanza superior. Hay 165 especializadas: la mayoría de asociaciones y colegios profesionales (37) o de archivos y museos (36).

Los datos del Gobierno permiten además hacer una radiografía de la evolución de las bibliotecas y sus usuarios. De este modo, el informe revela que mientras el número de usuarios inscritos (normalmente socios) de las bibliotecas gallegas aumentaron un 20% hasta superar la barrera de los 989.000, descendió el número de visitantes a estos locales: de trece a ocho millones.

El Ministerio también analiza cómo las bibliotecas se adaptan a los nuevos tiempos y mide desde cuántas ofrecen conexión a internet o wifi a sus usuarios hasta las que tienen automatizados ciertos procesos como la catalogación o el préstamo. La posición de Galicia varía en función del servicio analizado.

El acceso a la Red es uno de los puntos débiles de las bibliotecas gallegas. Pese a que está ya generalizado -el 87% permite navegar por internet en sus instalaciones (en 2016, el último año analizado)-, es el tercer porcentaje más bajo de todo el país, solo por encima de La Rioja (85%) y Castilla y León (86%). Si el foco se pone en las que cuentan con zona wifi, la situación mejora. Es un servicio que ofrece el 72,2% de las bibliotecas de la comunidad -similar a la media estatal del 73%-, lo que sitúa a Galicia en la mitad de la tabla y muy por encima de Asturias o Madrid, donde apenas rebasan el 60%.