Las nuevas tecnologías facilitan la vida pero también conllevan riesgos, sobre todo para aquellos más vulnerables como los menores. Los niños que son víctimas de delitos sexuales, amenazas o coacciones a través de la red se han disparado en los últimos seis años un 80%, según los datos del Ministerio de Interior. En 2017 un total de 113 chavales de menos de 18 años denunciaron este tipo de conductas, la mitad de ellos sufrieron intimidaciones.

Y estos son solo los casos que llegan a las fuerzas de seguridad y se investigan. La mayoría no se denuncian. De hecho, estudios recientes advierten que su impacto es mucho mayor: unos 14.000 adolescentes gallegos sufren ciberacoso y otros 2.400 son víctimas de chantajes, según el sondeo realizado por el profesor de la Universidade de Santiago, Antonio Rial Boubeta.

Los menores pueden ser víctimas de sus propios compañeros o de adultos que los buscan a través de internet con fines sexuales. Lo más frecuente son las amenazas. En 2017 un total de 52 menores denunciaron este tipo de conductas (15 más que en 2011).

Pero además han surgido delitos nuevos. La última reforma del Código Penal en 2017 introdujo modificaciones en la definición del delito de intromisión en la intimidad y descubrimiento y revelación de secretos, incluyendo en este tipo penal la difusión de imágenes o grabaciones sin el consentimiento del afectado.

Catorce menores gallegos han sido víctimas de este delito el pasado año, al ver como fotos suyas o vídeos eran publicados en redes o intercambiados por WhatsApp sin su consentimiento. Otros once niños gallegos fueron contactados por adultos a través de internet con fines sexuales. Nueve recibieron injurias, otros siete coacciones y siete más se vieron involucrados en una red de pornografía infantil.

La evolución de este tipo de delitos en internet que afecta a menores se ha incrementado desde 2011. Ese año, según las estadísticas de Interior, eran 62 los jóvenes de menos de 18 años víctimas de este tipo de conductas. Ahora se ha pasado a 113, son un 25% más que hace un año y un 80% más que hace seis.

En general, todos los delitos informáticos que afectan a menores (estafas, ataques informáticos, en compras...) han crecido en ese mismo periodo. Pero el aumento a nivel global ha sido del 50%, inferior al incremento que han tenido los delitos de carácter sexual o relacionados con amenazas o coacciones a través de la red, que ha sido de casi el doble.

En España han sido víctimas de este tipo de conductas un total de 1.735 menores en 2017. La comunidad gallega es la quinta autonomía con más jóvenes de menos de 18 años que han denunciado estos delitos, por detrás de Andalucía (405), Comunidad Valenciana (283), Madrid (235) y Canarias (117). Sin embargo, la investigación de este tipo de cibercriminalidad es complicada. El pasado año las fuerzas y cuerpos de seguridad solo detuvieron o investigaron a veinte personas como autoras de las amenazas, de la revelación de secretos o de casos de acoso sexual que afectaron a menores gallegos.