La historia de Vanellope es un auténtico milagro. Una malformación congénita le hizo nacer con el corazón literalmente fuera de su cuerpo. Los médicos apenas le daban un 10 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Casi 10 meses después y tras tres operaciones, esta preciosidad ha podido conocer por primera vez, su casa.

No sin antes preparar a conciencia a sus padres. Aunque su residencia habitual seguirá siendo el hospital podrá pasar fechas especiales en su hogar. Junto a unos padres, luchadores, que prefieren no pensar en el mañana. Todavía faltan más operaciones. Nació sin costillas y sin esternón, con su propio cartílago o con materiales artificiales habrá que construirle una caja torácica. Esta guerrera seguirá peleando y agarrándose con fuerza a la vida.