En las facultades de Periodismo, hasta hace relativamente poco, el tema del suicidio se abordaba con la advertencia del 'efecto llamada': dar a conocer públicamente los casos de muertes autoinducidas provoca más. Como consecuencia, se trataba de una palabra tabú a desterrar de las redacciones, para evitar contribuir a publicitarlo. Es solo una muestra de lo que ha ocurrido don un drama silenciado, en general, en la sociedad.

Sin embargo, ante el aumento de número de casos, expertos y familiares abogan por dar visibilidad al problema. En Galicia el suicidio supone la primera causa de muerte por motivos no naturales. Y A Coruña registra una muerte de ese tipo cada dos días. Un total de 162 personas se quitaron la vida en la provincia coruñesa en 2016 -último año del que se tienen estadísticas-, lo que supone una tasa de 16,65 decesos de ese tipo por cada cien mil habitantes, una de las más altas del país. En cifras absolutas, solo Barcelona y Madrid contabilizan más fallecimientos por esa causa, con 364 y 305 casos, respectivamente, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, las muertes por suicidios duplican ya a las producidas en accidentes de tráfico en A Coruña, y la cifra anual aumentó, ligeramente, en solo un ejercicio: se contabilizaron nueve casos más que en 2015.

Más muertes que en accidentes

La problemática es global: el suicidio también produce el doble de muertes que los accidentes de tráfico en España. En 2016 hubo 3.569 casos en el país, superando los 1.160 fallecidos en accidentes en la carretera.

¿Dar más luz sobre la problemática ayudará a minimizarla? Expertos del Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales (Intress) denunciaron ayer el "tabú" que rodea a estas muertes -con motivo de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio-. Los autores del libro "Haciendo visible lo invisible", Carlos Salamero y Mar Segovia, hacen hincapié en que hay que "hablar de suicidio" porque "hablar sobre él no lo provoca sino que ayuda a las personas el poder de dialogar y expresar emociones en situaciones difíciles". Según los expertos, es de "gran importancia" conocer los factores que aumentan o disminuyen los riesgos suicidas para poner en marcha las estrategias de intervención pero, sobre todo, recalcan la necesidad de hablar y "hacer que el suicidio no sea un tabú".

También con esa idea nació recientemente el Plan de Prevención del Suicidio en Galicia, que pretende el doble objetivo de reducir la tasa de suicidios y establecer medidas para disminuir el sufrimiento de las personas que presentan un intento de suicidio, y de sus familias, según el Gobierno gallego. También la ministra de Sanidad, Carmen Montón, anunció poco después de asumir el cargo su intención de poner en marcha un Plan Nacional para la Prevención del Suicidio y, para dar los primeros pasos, convocó a algunas de las asociaciones que trabajan en este ámbito.

Mientras, las asociaciones de expertos y familiares -como en Galicia el Movemento Galego pola Saúde Mental- defienden que una parte importante de los suicidios se podría evitar, pero que es fundamental que las autoridades elaboren planes de prevención y que se apliquen porque "apenas se cumplen".