"Llevo ya tres días con una nueva crisis de migraña. Tres días en los que habré descansado varias horas del dolor de cabeza, en los que he tenido que cambiar mi vida una y otra vez porque no podía con mi cuerpo... tres días que ya me tienen el ánimo por los suelos..."; "Hay personas que no tienen ni idea de qué es tener un dolor de cabeza, yo, sin embargo, lo sufro casi a diario. Padezco migraña crónica y, cuando tengo una crisis, se me paraliza la parte izquierda del cuerpo, y no puedo trabajar, es una pesadilla... Nadie sabe lo que es esta enfermedad hasta que la padece". "Desde hace aproximadamente un año, sufro migraña casi a diario. Es insoportable, te impide llevar una vida normal. En el trabajo estoy de baja continuamente, y en lo personal también me afecta muchísimo. Nunca puedo hacer planes". Factores como el estrés (tanto negativo, como positivo), la alteración del sueño o el consumo de alcohol y, en la mayoría de los casos, la carga genética, son las causas más frecuentes de la migraña, una dolencia que, tal y como demuestran los anteriores testimonios, extraídos de un foro de internet, se puede convertir en una auténtica pesadilla para quien la sufre y alterar, de forma muy significativa, su vida social y laboral.

La migraña es mucho más que un dolor de cabeza, tanto por su carácter incapacitante, como por su duración -sus efectos pueden prolongarse varios días- o por la variedad de síntomas que la acompañan -intolerancia a la luz, al ruido o al movimiento y náuseas, entre otros-. Entre el 12 y el 18% de la población -al menos unas 300.000 personas en Galicia, y unos 5 millones en toda España, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN)- sufre, en mayor o menor grado, esa dolencia, cuatro veces más frecuente en las mujeres que en los hombres y con una base genética, aunque "lo que se hereda no es el dolor de cabeza, sino el hecho de que una parte del cerebro es más excitable de lo que le corresponde", apunta el neurólogo responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS), Rogelio Leira. Es por ese motivo que las personas con migrañas las padecen tras ingerir determinados alimentos que incluyen determinadas sustancias (chocolate, queso curado, vino tinto, algunas carnes o pescados, nueces...), por la falta o el exceso de sueño, las situaciones de estrés o los cambios hormonales por la menstruación o de la ovulación.

Con motivo del Día Europeo de Acción contra la Migraña, que se conmemora hoy, la Sociedad Española de Neurología (SEN) advierte sobre la importancia de acudir a la consulta y recibir un tratamiento. También sobre los riesgos de abandonarlo, algo que hace el 53% de los pacientes, mientras que el 24% de los afectados por migraña episódica y el 41% de los que sufren migraña crónica no lo siguen de forma adecuada.

"Es muy importante diagnosticar la migraña adecuadamente porque automedicarse o seguir un tratamiento inadecuado puede cronificar el problema", subraya el doctor Leira, quien advierte de que el abuso de medicamentos muy utilizados para mitigar esos dolores, como los analgésicos y los antiinflamatorios, puede favorecer, a la larga, la aparición de problemas renales, gastrointestinales y hepáticos". "Los tratamientos preventivos disminuyen la frecuencia de las crisis, pero la gente todavía es reacia a ellos", reconoce.

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