A Diego Cabrera (Buenos Aires, 1979) se le cayó el alma a los pies cuando Pierce Brosnan, el mismísimo Agente 007, le pidió en Barcelona una caipiriña en vez de un Dry Martini con vodka "agitado pero no batido" y se puso a temblar al ver cómo Morgan Freeman se le...

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.