La Comisión Europea pidió esta semana a los gobiernos "celeridad" y un enfoque común para conseguir que el último cambio de hora en el bloque comunitario ocurra en 2019 y que tenga lugar sin ocasionar problemas como consecuencia de la falta de coordinación entre las distintas capitales. El vicepresidente del Ejecutivo comunitario para la Unión de la Energía, Maros Sefcovic, y la comisaria de Transporte, Violeta Bulc, presentaron el viernes la propuesta legislativa en la que Bruselas pide acabar con los cambios de hora.

"Invito a los Estados miembros a empezar con las preparaciones necesarias lo antes posible y espero que el Parlamento Europeo y los países puedan cumplir con este calendario ambicioso. Para eso tienen que empezar inmediatamente", indicó Bulc. Según el calendario planteado por la Comisión Europea, el último cambio de hora obligatorio tendrá lugar el 31 de marzo de 2019 y los Estados miembros que deseen volver a la hora de invierno realizarán una última modificación el 27 de octubre. A partir de esa fecha no se podrán hacer más cambios. Para ello, la Eurocámara y el Consejo de la UE -la institución en la que están representados los países- deben acordar y aprobar la normativa como muy tarde en marzo de 2019.

Bulc es consciente de que se trata de un calendario "ambicioso", pero defiende que "permitirá a los ciudadanos europeos aprovechar pronto los beneficios" de la abolición del cambio de hora. Además, anima a las capitales a iniciar "consultas" a nivel nacional para garantizar "un enfoque coordinado" de los Estados miembros, ya que cada país será el encargado de decidir si se queda con el horario de verano o con el de invierno.

La comisaria de Transporte reconoce que este enfoque podría llevar a que dos países vecinos, como por ejemplo, Bélgica y Países Bajos, elijan una hora diferente, pero pide a las capitales un "esfuerzo" para que opten por la opción "más favorable". "Tengo fe en que nuestros Estados miembros y el Parlamento Europeo lo harán de manera inteligente y coordinada, que los países vecinos se coordinarán y encontrarán una solución que sea la mejor para los ciudadanos y la economía", declaró por su parte Sefcovic.

El vicepresidente del Ejecutivo comunitario reivindica además que "es el momento" para abolir el cambio de hora, alegando que el 80% de aquellas personas que participaron en la consulta organizada por Bruselas están favor de su eliminación. Sefcovic subrayó además que el cambio de hora tiene efectos negativos en la salud de los europeos, que se trata de una práctica "anticuada" y que ya "no tiene sentido".