La Comisión de Expertos sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba, constituida a instancias del Ayuntamiento de la ciudad en junio de 2017 con el fin de dotar al Consistorio de argumentos para que el monumento vuelva a ser de titularidad pública, ha establecido que la Iglesia Católica no es su propietaria, a pesar de que procediera en 2006 a su inmatriculación, pues la misma "no tiene validez jurídica". Desde el Cabildo de la Catedral, sin embargo, señalaron ayer que existen "numerosas instancias judiciales y de la Administración que reconocen que el Conjunto Monumental Mezquita Catedral es propiedad de la Iglesia desde 1236".

El informe de la Comisión de Expertos, presidida por el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, destaca que "el análisis histórico" que han realizado "demuestra que la Iglesia Católica no tiene, ni puede tener, título de propiedad alguno sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba". Ante esto, la Comisión asegura que el Ayuntamiento "tiene legitimidad para actuar en contra de la inmatriculación, en cumplimiento de su deber institucional de defensa de un bien público en el ámbito del municipio", y por ello le propone que recabe apoyos parlamentarios para recurrir al Tribunal Constitucional, "con el objetivo final de anular la inscripción de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba a nombre de la Iglesia Católica y defender la propiedad pública de la Mezquita".

Ello está justificado pues, en base a la documentación histórica conservada, los expertos subrayan, no solo que la Iglesia no puede demostrar la propiedad del monumento sino que "hay numerosos indicios que muestran que no se produjo la donación" de la Mezquita a la Iglesia Católica, tal y como ésta alega, por parte de Fernando III tras conquistar la ciudad en 1236, con lo que el monumento siempre ha sido propiedad del Estado.

Desde la Catedral, sin embargo, negaban ayer que el templo no sea propiedad de la Iglesia. "En 2014, la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda señaló en un informe que la Mezquita consta en el inventario de Bienes y Derechos del Estado". En ese sentido, añaden, la Dirección General de Patrimonio recogió que "la Abogacía del Estado ya señala que nadie cuestiona que Fernando III, tras la conquista de Córdoba en el año 1236, decide que la Mezquita sea consagrada y convertida en Catedral de la ciudad, y desde entonces la Iglesia es quien gestiona la misma, si bien colaborando con la misma en su conservación y mantenimiento, ya en la época moderna tanto el Estado como otras administraciones públicas, y ello dada su condición de bien de patrimonio histórico".