El escultor Ángel Bados resultó ayer galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2018, según informó el Ministerio de Cultura, encargado de otorgar la distinción, dotada con 30.000 euros. El jurado se ha decidido por Bados debido a "su trayectoria coherente, sostenida y de excelente calidad en el campo de la escultura, donde se pone de manifiesto una extraordinaria capacidad de conjugar tradición e innovaciones".

Asimismo, quiso reconocer su actividad "como referente y aglutinador" de un contexto artístico "que es fundamental" para entender "las dinámicas de cambio y desarrollo de las últimas décadas", y destacó "sus relevantes aportaciones a la teoría y la enseñanza artística". Ángel Bados Iparraguirre fue una figura "importante" del grupo de escultores vascos de la década 80, y su producción escultórica se ha simultaneado con su vocación docente.

Bados aseguró ayer que recibe este reconocimiento con "contradicción" ya que, aseguró, existe un sometimiento de los artistas a las instituciones culturales. "Vivimos en una contradicción y hay que poner un poco de distancia. La producción de arte es carísima, se dan ayudas a los jóvenes si reconocen que han de comportarse con arreglo a lo que se espera de ellos pero todos estamos sometidos al pacto (...)", afirmó.