Galicia registra ya más de sesenta muertes, cada mes -una media de dos diarias-, a causa del alzheimer. Las cifras de quienes fallecen por esa enfermedad neurodegenerativa se disparan en la comunidad. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2006 se notificaron 579 decesos por esa dolencia, mientras que diez años más tarde, en 2016 -último ejercicio del que hay estadísticas-, se contabilizaron 807, un 40% más. Expertos señalan que dos son las razones que pueden explicar este incremento: que la autonomía gallega "es más sensible a los problemas de memoria", por lo que se acude más al médico y se detectan más, y que su población "envejece a pasos agigantados", por lo que surgen más casos.

La provincia de A Coruña, con un total 284 fallecimientos por alzheimer en 2016, se sitúa a la cabeza de este triste ranking, seguida de cerca por Pontevedra, con 275. Lugo y Ourense suman 155 y 99 muertes, respectivamente, a causa de esa enfermedad. La mayoría de los fallecidos tenía más de 80 años, pero el alzheimer también se cobró la vida de dieciséis gallegos menores de 70 años durante ese ejercicio.

Coincidiendo con el Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora mañana, doscientos expertos se reúnen en Santiago en el sexto Congreso Internacional de Investigadores en Enfermedades Neurodegenerativas. La reina Sofía fue la encargada de inaugurar, ayer, el encuentro, en la Facultad de Medicina de la Universidade de Santiago (USC). El rector de la USC, Antonio López, recordó que la prevalencia creciente del alzheimer convierte esta dolencia en un reto de la sociedad, "y la pieza básica siguen siendo ustedes, los investigadores". La secretaria de Estado de Universidades, Ángeles Heras , también animó a los científicos a dar réplica a estas enfermedades "y una respuesta al olvido".

Tras la inauguración por parte de la reina emérita, Harald-Jürgen Hampel, de la Universidad de La Sorbona de París, habló en la conferencia inaugural de la medicina de precisión en el alzheimer. Y dio datos sobre la incidencia de estas demencias que no dejan de crecer, hasta el punto de que en 40 años se multiplicarán casi por cuatro en el mundo. Si en el 2010 había 36 millones de enfermos, en el 2050 las estimaciones actualizadas hablan de 135, muy por encima de los 115 que preveían las estimaciones originales.

"Si tuviésemos la longevidad que teníamos los humanos en la Prehistoria, no tendríamos ningún enfermo con párkinson o alzheimer", aseguró otra de las ponentes del encuentro, la investigadora de Ciberned y profesora en la Universidad de Valencia Isabel Fariñas, quien destacó que el objetivo principal de la neurociencia es "intentar desarrollar estrategias terapéuticas para abordar este drama que son las enfermedades neurodegenerativas". "Estudiar por qué se produce la enfermedad, comprenderla y desarrollar herramientas experimentales para diagnosticarla precozmente, y trabajar en la recuperación de las neuronas que se han perdido y, por tanto, del cerebro", explicó.