Casi la quinta parte de los 46,5 millones de habitantes de España está excluida de la sociedad. En otras palabras, estas personas no son capaces de cubrir sus necesidades por sí mismas y no reciben ayudas estatales o solidarias suficientes, es decir, viven en situación de pobreza. Si se les suman los millones de personas que tienen una integración social muy débil, y que podrían caer con facilidad en la exclusión en caso de empeorar la situación económica, la marginación afecta o amenaza a casi un tercio de la población española, según se desprende de los datos de la última encuesta de la Fundación Foessa, vinculada a Cáritas.

La encuesta asegura que 8,6 millones de personas, el 18% de la población del país, están excluidas de la sociedad y resalta que de ellos cuatro millones (el 9% de los habitantes) se hallan en una situación de exclusión severa, lo que supone un 40% más que hace solo una década, cuando estalló la crisis financiera de 2008.

A ellos han de sumarse los seis millones de personas en situación de integración muy débil. El resultado son 14,6 millones de habitantes de España cuyas vidas transcurren más fuera que dentro de los circuitos sociales establecidos, o sea, un 31,2% de la población, según este informe.

Estos datos se hicieron públicos ayer en un acto en el que Cáritas Cáritas presentó su Memoria 2017, bajo el lema Compartiendo compromiso, en la que da cuenta del destino de los 353 millones de euros invertidos en numerosos programas de lucha contra la pobreza y la desigualdad en España y otros países.

El coordinador de Estudios de Cáritas, Raúl Flores, explicó que, al comparar los datos de 2007 y los actuales, se observa, además del 40% de aumento de la exclusión severa, un 12% de crecimiento de la exclusión global. "Es la factura que la sociedad ha pagado tras una crisis de seis años y otros cuatro de recuperación", lamentó.

No obstante, Flores reconoció que la exclusión social se ha reducido en los últimos cinco años, al pasar del 25% al 18% de la población, aunque en el caso de la severa, el descenso es menor y sólo ha bajado del 11% al 9% entre 2013 y 2018.

El representante de Cáritas resaltó además que el empleo ya no asegura la integración, debido a los bajos salarios y la temporalidad. De hecho, la mitad de las familias con un empleo no disfrutan de integración plena, lo que repercute en un empeoramiento de aspectos vitales como la salud, la capacidad de consumo, la vivienda, la participación política y las relaciones sociales.

Flores subrayó, asimismo, que la brecha de sexo también repunta en el espacio de la exclusión y, en 2018, existen situaciones de exclusión en el 16% de los hogares en los que el sustentador principal es un hombre, mientras que este dato sube hasta el 20% cuando la cabeza de familia es una mujer.

También los hogares con menores y jóvenes sufren mayores niveles de exclusión y, en la actualidad, el 23% de los menores se encuentran en hogares en esta situación, frente al 18% previo a la crisis.

Los adultos mayores que se desconectan de la recuperación también son "protagonistas negativos", en concreto el grupo de entre 45 y 64 años, que ha pasado de un nivel de exclusión del 13% en 2007 al 18% actual. Otro colectivo de especial vulnerabilidad es el de las familias numerosas y monoparentales, ya que el riesgo de exclusión se multiplica por 1,9 entre las familias con o 3 o más hijos y por 1,6 en aquellas con un solo progenitor.

En cuanto a los inmigrantes, su situación de desventaja se hace crónica y el riesgo de exclusión se multiplica por 2,6.

Por todo esto, desde Cáritas advierten de que "se están debilitando los vínculos de nuestro modelo social, ya que las diferencias que existen en las condiciones de vida entre diferentes capas y colectivos sociales están tensando los ligamentos que nos mantienen unidos como sociedad". Por su parte, la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, se refirió a los datos de la Memoria 2017 de los que se desprenden, entre otras cuestione, que el 21% de los recursos de esta organización se destinan a programas de Empleo y Economía Social y el 20% a acogida y asistencia.