Cada semana se apuntan a un tratamiento para desengancharse de las drogas una media de 80 personas en Galicia. En concreto, el año pasado fueron admitidas a tratamiento para desintoxicarse un total de 4.143 personas, un centenar más que en 2016, y la cifra es la tercera más elevada desde el año 2009.

Sin embargo, ese número solo incluye a los que el año pasado iniciaban (o reiniciaban, si fueron víctimas de una recaída) el tratamiento en algunas de las 16 unidades asistenciales de drogodependencias de las que dispone la comunidad. Pero no son los únicos, sino que el número total de pacientes atendidos en Galicia por un consumo problemático de las drogas, sobre todo de heroína heroínay cocaína -que toma el relevo como principal en el perfil del consumidor excluidas las drogas legales (alcohol)- superan las 13.000 personas, lo que no ocurría desde 2014.

En total, los pacientes distintos atendidos por el sistema se elevan a 13.023 y casi la mitad (6.660) están sometidos a un programa de tratamiento con derivados opiáceos, dado que son usuarios de heroína. Este grupo, al que hay que sumar los 56 casos que, por esa sustancia, se tratan con antagonistas opiáceos, experimenta un retroceso con respecto al ejercicio anterior de medio centenar de usuarios, mientras que ganan terreno quienes buscan desengancharse de la cocaína, del cannabis y del alcohol.

En esa línea, el programa de tratamiento para dependencia a psicoestimulantes, sobre todo cocaína, ha pasado de los 1.314 pacientes registrados en total en 2016 a los 1.384 en el último año, 70 más, y es responsable de una parte del incremento en la cifra total de gallegos a terapia.

Otro de los responsables de que se produzca un incremento en la cifra global de pacientes es el alcohol, que suma también un total de 70 personas más intentando desengancharse. De hecho, esta droga, de carácter legal, es la que más vio crecer la cifra de quienes buscan ayuda médica para abordar una adicción que puede conllevar problemas médicos y familiares o incluso judiciales, que son las razones que según los expertos llevan a los afectados a recurrir a los profesionales para intentar liberarse de su dependencia a alguna sustancia.

Quienes consideran que su consumo de alcohol es tan problemático como para acudir a consulta son en la actualidad el doble que en 2009. Entonces las estadísticas cifraban en 475 los usuarios de programas de tratamiento con interdictores del alcohol y los últimos datos casi rozan el millar, al elevarlos a un total de 949, la cifra más alta desde el inicio de la crisis. Literalmente, se han multiplicado por dos desde el inicio de la crisis.

El programa de tratamiento libre de drogas, en el que no se recurre a ninguna sustancia sustitutiva mientras dura la terapia, es el que incorpora más usuarios en el último ejercicio, alrededor de un centenar, y beneficia ya a 3.448 usuarios, el segundo grupo más numeroso tras los consumidores de heroína. En este grupo se incluyen todo tipo de sustancias y una de las que destaca es el cannabis, que comienza a ser percibido ya como un problema entre los jóvenes por expertos en drogodependencias.

Respecto al perfil de las admisiones a tratamiento (que excluye las sustancias legales) sería el de un varón (son mujeres el 20%), con 34 años, que lleva una media de 15 años de consumidor de la sustancia, que solo tiene estudios primarios como mucho (80%), que ha estado en prisión (25,8%) y que recibe algún tratamiento psiquiátrico (39,2%). Si en 2011 la heroína era la droga principal para el 41%, ahora lo es para el 28,2. La cocaína ha tomado el relevo, y es la principal en el 36,4% de los pacientes tratados (32,2 en 2011).